Como todos los reportajes de este blog, con el paso del tiempo y la entrada de nuevos posts, los recorridos por bosques iban quedando ocultos por otras salidas más recientes.
Procedía hacer un recopilatorio de aquellos espacios, donde mora el silencio y donde ese mutismo solo es quebrado por el canto de las aves o las pisadas de algún montañero camino a la cima.
El número de fotos podía ser más comedido, pero coño, de lo que se trata es ver fotos de árboles!!!!
1. Pinares de Lillo 2. Castaño de Verdúengana 3. Bosque de Tejedo
4. Hayedo de Iyarga 5. Tejo de San Cristóbal 6. Sabinar de Crémenes
7. Roblón de Estalaya 8. Bosque de Fabucado 9. Bosque de Rioscuro
10. Primout 11. Hormas 12. El Tejo del Peñaruelo
13. Tejeda de Tosande 14. El Fasgarón 15. Hayedo de Busmayor
16. Campano de Villar de Acero 17. Hayedo de Valporquero 18. Sabinar de Peña Lampa
19. Muniellos 20. Tejos de Valporquero 21. Selva de Irati
22. Zofredal de Cobrana 23. Hayedo de Acevedo 24. Devesa da Rogueira
25. Bosque de Secuoyas 26. Reventón y Teixedal 27. El Cantín de Villasumil
28. Tejo de Borbonejo 29. Bosque de Pardomino 30. Tejo de Mirantes
31. Hayedo de Tabayón 32. Bosque de Tejedelo 33. Faedo de Orzonaga
34. Sabinar de Calatañazor 35. Bosque de Tendeña 36. Abedular del Salgueiral
37. Robledal de la Cota 38. Hayedo de Salio 39. Sierros Negros
1. Pinares de Lillo (Puebla de Lillo, León)
Que el Pinar de Lillo sea uno de los pocos pinares autóctonos de la península, no equivale a decir que nos vamos a encontrar ejemplares milenarios (hasta 4000 años se ha datado restos de árboles fosilizados en el subsuelo).
Entre Puebla de Lillo y el Puerto de las Señales, a unos tres kilómetros superada la población de Cofiñal, se encuentra este bosque de pino silvestre, que requiere autorización de la Junta de Castilla y León para poder ser visitado.
Partiendo del Puente de los Hitos un camino se adentra en el pinar hasta un cruce de caminos, donde tomamos el de la derecha que en suave ascenso nos lleva hasta la cabecera del arroyo del Pinar, donde ya comenzamos el camino de regreso y volver al punto del cruce. Total recorrido: poco más de 6 kilómetros (ver reportaje)
2. Castaño de Verdúengana (Palacios del Sil, León)
Muy próximo a Palacios del Sil, en la carretera entre Ponferrada y Villablino, se conserva uno de esos ejemplares milenarios con nombre propio: El de Verdúengana, es un castaño cuyas ramas laterales parecen querer abrazarnos y cuyo tamaño resulta descomunal cuando nos colocamos a su vera.
En perfecto estado y dentro de un soto de castaños (ver reportaje).
3. Bosque de Tejedo (Hayedo del Cueto Ancino) (Nocedo de Curueño, León)
A orillas del río Curueño, en plenas Hoces y en la ladera norte del Cueto Ancino, se encuentra este apacible y majestuoso bosque de hayas, y en cuyo interior se conservan varios ejemplares de tejo de gran porte.
Las Majadas del Caserío es el punto de donde arranca el camino que corre paralelo al arroyo del Fito y nos lleva entre el bosque hasta unas pequeñas praderías.
En la parte alta, cerca de los afilados riscos del Cueto, es donde perviven los arrogantes ejemplares de tejo, diseminados por la ladera y donde la negrura de sus hojas les hacen visibles entre las hayas.
Una nueva pista, nos lleva de regreso hasta las Majadas del Caserío recorriendo otra parte del hayedo (ver reportaje).
4. Hayedo de Iyarga (Puebla de Lillo, León)
Iyarga es un vale, un monte y el hayedo que se extiende por la Loma de la Barrancona.
En la cuenca del Porma, al poco de pasar Puebla de Lillo, tomamos el desvío a la izquierda que nos lleva hasta el bosque de la Cervatina. La Ermita de Pegarúas es el punto de inicio de esta ruta que camina hacia el valle de Iyarga. Un valle amplio, por el que corren las aguas del arroyo de la Respina y en cuya ladera occidental se asienta el hayedo de Iyarga. Una mancha amplia y continua hasta el Pando de Valporquero (la entrada al valle desde Villaverde de la Cuerna).
En lo alto, las Majadas de Campomuelle a las que accedemos por un camino que atraviesa el bosque, para luego seguir, en descenso, hasta las Praderas de Ferreras y por pista poder cerrar el círculo en las Ermita de Pegarúas (ver reportaje).
Valle de Iyarga
Valle de Iyarga
5. Tejo de San Cristóbal de Valdueza (San Cristóbal de Valdueza, León)
De siempre el tejo ha sido un árbol venerable y el centro físico y espiritual donde se trataban y resolvían los temas de la comunidad, por lo que no es raro verlos junto a ermitas e iglesias.
Leí hace tiempo una vieja leyenda, que los tejos de los cementerios alargan sus raíces hasta las bocas de los difuntos y en las noches de luna llena, susurran al viento los secretos no dichos en vida.
Por el porte que luce el Tejo de San Cristóbal, bien podrían sus raíces llegar hasta las tumbas del cementerio próximo a él.
Un ejemplar cuya edad se cifró en algo más de 1200 años y cuyo porte cuando estamos próximos a él resulta impresionante (ver reportaje).
6. Sabinar de Crémenes (Crémenes, León)
La sabina albar (Juniperus thurifera) se agarra con fuerza a las calizas de Crémenes.
Vestigios del Cuaternario, las sabinas han conseguido llegar hasta nuestros días como bosques abiertos y poco densos.
El Sabinar de Crémenes forma parte del Parque Regional de Picos de Europa y Mampodre y su visita precisa de una autorización por parte de la Junta de Castilla y León.
Situado en las inmediaciones de la población de Crémenes no tiene un camino definido para su visita, siendo el más apropiado un cresteo por el alto de la Cotica desde donde podremos contemplar tan singular bosque (ver reportaje).
Crémenes desde las alturas de la Cotica
El sabinar de Crémenes con las Pintas al fondo
7. Roblón de Estalaya (Estalaya, Palencia)
Las aguas del Pisuerga aparecen remansadas en el embalse de la Requejada y reflejan un bosque de robles, donde un ejemplar ha sobrevivido al fuego y al hacha de los leñadores, llegando hasta nuestros días y por su tamaño entrar en la clasificación de árboles notables.
En la carretera que une Cervera de Pisuerga con San Salvador de Cantamuda y a la altura del embalse, un cartel nos indica el aparcamiento desde donde se accede al roblón.
Un camino, siempre en cuesta, nos acerca hasta el Roblón de Estalaya, ejemplar de medidas sorprendentes que tiene un cercado para favorecer su conservación.
Con una estimación entre 500 y 600 años, cuantos recuerdos podrán contar sus raíces (ver reportaje).
8. Bosque de Fabucado (Tarna, Asturias)
Bajo la sierra de Príes y sobre el arroyo de la Vega Pociellu, encontramos el hayedo de Fabucado.
En el Parque Natural de Redes. Desde León será preciso atravesar el puerto de Tarna, llegar hasta la población del mismo nombre y a unos dos kilómetros buscar acomodo para el coche en el margen izquierdo de la carretera. Un sendero desciende hasta el río (Nalón), lo cruza y comienza un ascenso continuo hasta la Vega Pociellu.
Antes pasaremos por la Majada de la Ablanosa y entre medias por el espléndido hayedo de Fabucado.
Muchos hayedos recorridos, bastantes en su mejor momento (época otoñal), pero no llego a recordar ninguno que me impresionara tanto como Fabucado. Un sendero atraviesa el bosque por zonas donde el tamaño de las hayas hace que tengas la impresión de estar caminando por una cúpula de hojas multicolores.
Si el bosque es fabuloso, Vega Pociellu no se queda atrás, haciendo que el conjunto sera una ruta para el recuerdo (ver reportaje).
La sierra de Príes con su máxima altura, el Cantu del Oso y al fondo Vega Pociellu y la cuenca por donde corre su arroyo. Entre medias el Bosque de Fabucado.
Río Nalón
Majada la Ablanosa
Vega Pociellu
Vega Pociellu y el bosque de Fabucado a vista de pájaro
Vega Pociellu en primavera
Estamos en el Alto Sil, donde sus bosques casi impenetrables esconden entre sombras, ejemplares únicos. Como el bosque de Rioscuro, un bosque mixto de hayas, robles y abedules, que ha conservado en su interior un buen número de tejos de gran envergadura.
A mitad de camino entre el Villar de Santiago y Rioscuro encontramos la entrada (y un pequeño espacio para aparcar nuestro coche) del camino a Brañarrónda, pequeña braña incrustada en el bosque de Rioscuro.
Acompañados por el arroyo de Brañarronda vamos ascendiendo cómodamente hasta Brañarronda. A partir de esta, el camino se torna sendero y comienza un ascenso algo más duro por medio de un espeso bosque que apenas deja pasar la luz.
Los grandes ejemplares de tejo se intercalan entre sobervias hayas y algún que otro abedul de grandes proporciones (ver reportaje).
10. Primout, Bosque de ribera de Primout (Páramo del Sil, Leon)
Primout es un barrio de Páramo del Sil, Primout es un río y Primout es un excelente ejemplo de un bosque de ribera.
Un pasillo o corredor, al que llegamos desde Pardamana, atravesando un soto de castaños y por estrechos senderos de montaña. Un camino donde a lo largo de 4 kilómetros y siempre acompañados por el estruedo del río, la vegetación ha ido apoderádose de él, por falta de uso y en cuyo extremo entramos en Primout (ver reportaje).
Entrando en la cuenca del Primout
Rio Primout
A mitad de camino encontramos el refugio de la Braña de Santa Cruz
11. Hormas (Bosque de Hormas) (Riaño, León)
En mi cabeza Hormas tiene un sinónimo: bosque.
El bosque de Hormas se extiende en la ladera meridional de la sierra del mismo nombre, al norte de Riaño y reflejando su encantos sobre las aguas del embalse.
Hormas no solo es un bosque. Hormas es un conjunto de valles, praderías, cuetos y vallejas que armonizan a la perfección.
Sobrepasado Riaño camino de Boca de Huergano, tomamos un desvío a la izquierda que nos acerca al cementerio. Y desde ese punto accedemos al mundo de Hormas, primero por el valle, junto al río Hormas, para luego entrar en las praderas de Salsa y de manera explosiva, penetrar en un bosque propio de un relato de Tolkien. Hayas, servales, abedulares y robles que alcanzan tamaños desorbitados llaman poderosamente nuestra atención, mientras ascendemos hacia los Hoyos de Prado Rey, praderías próximas a las mayores alturas de la Sierra de Hormas, que brindan una visión increíble de las montañas de Riaño y de su embalse.
El Bosque de Horma forma parte del Parque Regional de Picos de Europa y Mampodre y su visita requiere autorización por parte de la Junta de Castilla y León (ver reportaje) (ver reportaje).
12. El Tejo del Peñaruelo (Boñar, León)
Bajo los escarpes del Pico de San Pedro (Peñaruelo), se yergue solitario el Tejo del Peñaruelo.
Por la carretera del embalse del Porma, al paso por el cruce de Reyero, si miramos hacia la cima del Pico de San Pedro, podemos ver un punto oscuro, de gran tamaño, ese es el Tejo del Peñaruelo.
Para acercarnos hasta él, tomaremos alguna del las pistas que parten desde los alrededores de Lodares, o mejor ascenderemos al Pico de San Pedro desde el mirador de los Fontanales, por el estrecho valle de los Corrales, para pasar a cara norte por donde finalizaremos la ascensión. Desde la cima, de amplias vistas al embalse y montañas aledañas, es cuestión de seguir la arista con dirección este, hasta dar con el Tejo del Peñaruelo (ver reportaje) .
El Pico de San Pedro y el Tejo del Peñaruelo, vistos desde la cima de Peña Armada
En la Montaña Palentina, en el valle del Tosande y en medio de un espeso hayedo, encontramos un grupo de tejos, singular por su número (se calcula que rondan los 800 ejemplares) y por el tamaño de muchos de ellos.
El recorrido, por el Camino de Tosande hasta las Majadas de Tosande, es una maravilla entre robledales y por praderías.
El ascenso hacia el hayedo requiere un esfuerzo extra, que queda compensado cuando comenzamos a caminar entre los gigantes de troncos y ramas retorcidas.
Un pasillo (por una pasarela de madera) entre tejos con formas fantasmagóricas, nos lleva hasta un mirador, donde podemos admirar el valle por donde hemos ascendido (ver reportaje).
14 El Fasgarón (Abedular del Fasgarón) (Omaña, León)
Pocos lugares (o ninguno) tendrán en la geografía española abedulares tan extensos como Omaña.
Los abedules de Omaña se extienden por las laderas de sus redondeados montes. Bosques espesos, donde los servales encuentran buen acomodo y cuyas profundidades solo son recorridas por los animales.
Superado Murias de Paredes hacia Villablino, nada más entrar en los llanos del Puerto de la Magdalena, una pista a la derecha nos acerca, bordeando el Fasgarón, hasta Llano Oscuro. Antes de alcanzar el collado ya tenemos una impresionante vista del Fasgarón (ver reportaje).
15. Hayedo de Busmayor (Busmayor, León)
Lejos de ser uno de los hayedos mejor conservados (como pretenden inculcarnos los grupos de presión), el hayedo de Busmayor es una pequeña (un hayedo de pequeño tamaño) delicia para los sentidos, cuando los días comienzan a menguar y los árboles comienzan su automutilación como preparación para el invierno.
Largo trayecto hasta que alcanzamos Busmayor, el punto de partida hacia un recorrido por las valladas situadas en la ladera sureste del Pico Faro.
Un recorrido circular, donde el agua juega un papel muy importante en este paisaje de entreluces (ver reportaje).
16. Campano de Villar de Acero (Villar de Acero, León)
La típica pugna por el que tiene el más grande (árbol) me lleva hasta Villar de Acero en los Ancares Leoneses.
El castaño de mayor perímetro de la Península se encuentra, dentro de un soto de castaños, un kilómetros antes de llegar a Villar de Acero (si vienes desde Veguellina y en cuya entrada existe un cartel indicativo).
600 metros de distancia y 100 de desnivel para posicionarnos junto al Campano, del que tendremos que separarnos bastante si queremos que todas sus ramas entren en nuestra foto (ver reportaje).
17. Hayedo de Valporquero (Valporquero, León)
En Valporquero, muy cerca de la Cueva y bajo los escarpes de las cimas de Valporquero, encontramos este espectacular hayedo.
A mitad de la curva, entre el pueblo de Valporquero y la cueva, encontramos la entrada a este bosque, que por una pradería nos sumerge en un mundo misterioso de elfos y hadas.
Y entre las hayas, destacando por la intensidad de sus hojas , un buen grupo de tejos que han conseguido sobrevivir en la espesura (ver reportaje) (ver reportaje) (ver reportaje).
18 Sabinar de Peña Lampa (Velilla del Río Carrión, Palencia)
Dispersos por la ladera de Peña Lampa, los ejemplares de sabina albar muestran sus retorcidos troncos como consecuencia de años soportando los fuertes vientos que baten estas montañas.
Al poco de sobrepasar Velilla, con dirección al puerto de Monteviejo, se nos muestra la mole de Peña Lampa y su sabinar. A la izquierda, una carretera en desuso, nos permite hacer una circular a la cima, ascendiendo por la ladera suroeste, para una vez alcanzada la cima, descender por una arista sur plagada de sabinas (ver reportaje).
Peña Lampa (la última) vista desde la cima del Pico del Fraile.
19. Muniellos (Moal, Asturias)
Situado en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, Muniellos es el mayor robledal de España y el mejor conservado.
Dos rutas posibles, nos permiten conocer el corazón de este bosque asturiano.
Para su visita se requiere autorización del Principado (ver reportaje).
20. Los tejos de Valporquero (Valporquero, León)
En la meseta caliza de las cimas de Valporquero, como guerreros de tiempos pasados, encontramos pequeños rodales de tejos que han logrado incrustar sus raíces entre la roca pura, para agarrarse con fuerza a la vida (ver reportaje).
21. Selva de Irati
Irati, el bosque mágico del Pirineo Navarro (ver reportaje).
22. Zofredal de Cobrana (Cobrana, León)
Zofredal es como se denomina a los bosques de alcornoques en las comarcas de el Bierzo y Cabrera.
Las gentes de Cobrana han hecho un buen trabajo al crear una ruta por varias manchas de alcornoques cercanas al pueblo. Pero no solo veremos alcornoques, la ruta del Zofredal de Cobrana nos brinda la posibilidad de un recorrido entre castaños, pinares o madroñeras. Y por supuesto, alcornacales (ver reportaje).
23. Hayedo de Acebedo (Acebedo, León)
Discreto y desconocido podrían ser los adjetivos de este hayedo, que por cercanía a otros con más renombre en el valle de Valdeburón, apenas recibe visitas.
Regado por las aguas del arroyo Erendia y bajo la mirada del Pico de Todos los Vientos y del Recabiello, el Hayedo de Acebedo, nos ofrece la oportunidad de pasear por sus viejos caminos disfrutando de la soledad mientras escuchamos el trino de las aves (ver reportaje).
24. Devesa da Rogueira (Moreda do Caurel, Lugo)
Devesa es una fraga gallega. Devesa da Rogueira es un bosque espeso que aglutina una gran diversidad de especies arbóreas y que ha perdurado hasta nuestros tiempos sin apenas modificación.
El recorrido por Devesa da Rogueira es un paseo por multiples bosques, que se van alternando hasta encaramamos en su arista y en su mirador donde tenemos una visión de conjunto (ver reportaje).
Mirador de la Devesa da Rogueira
25. Bosque de Secuoyas (Cabezón de la Sal, Cantabria)
Fruto de una locura autárquica, podemos disfrutar hoy de este pequeño bosque de secuoyas.
Declarado en el 2003 Monumento Natural, nada tiene que ver con las secuoyas de la costa oeste de Estados Unidos, pero bien sirven para darse un pequeño paseo y conocer algo este tipo de árboles (ver reportaje).
26. Bosques de Reventón y Teixedal (Burbia, Ancares, León)
Espesos e intrincados bosques se guardan entre los profundos valles de Ancares.
Partiendo de Burbia, con intención de ascender al Mostallar, podemos recorrer dos estupendos bosques: el bosque de Reventón y el de Teixedal.
Tanto en uno, como en el otro, un estrecho sendero los recorre, ascendiendo y descendiendo entre robles, hayas, abedules, tejos y acebos y en gran parte del recorrido acompañados por el río Piornedo o por el arroyo Vilouso (ver reportaje).
27. El Cantín de Villasumil. (Villasumil, Ancares, León)
A la salida del Villasumil, junto a la iglesia y en un soto de castaños, encontramos el Cantín de Villasumil, un espléndido ejemplar que ha sobrevivido al hacha (y la motosierra) (ver reportaje).
28. Tejo de Borbonejo (Aleje, León)
Cuando los astronautas se asoman a las ventanas de su nave espacial, son pocos objetos reconocibles a simple vista: la muralla allá por China y el Tejo de Borbonejo en las proximidades de Aleje.
En la oeste de Peña Rionda se yergue solitario un soberbio ejemplar de tejo, un árbol que bien merece un paseo para conocerlo (ver reportaje).
29. Bosque de Pardomino
Entre Boñar y Puebla de Lillo, próximo a la compuerta del embalse del Porma y en la cara norte del Pico Redondo, se ubica el Bosque de Pardomino.
Un espacio único por la sensación de recogimiento. Este bosque forma parte del Parque Regional de Picos de Europa y Mampodre, por lo que será necesario la autorización por parte de la Junta para su visita (ver reportaje).
El Bosque de Pardomino desde la proximidades de la cima del Peñaruelo
Otro solitario y de gran tamaño. Y como muchos de los tejos que aún perviven, en las proximidades de las ruinas de la que un día fue la iglesia de Mirantes de Luna.
Frente a la entrada del club náutico de Mirantes de Luna, entre contenedores de basura se levanta con firmeza y furia este superviviente (ver reportaje).
31. Hayedo del Tabayón del Mongayo (Tarna, Asturias)
En la ladera norte de la Sierra del Mongayo.
Saliendo de Tarna, camino de la Cascada de Tabayón, hemos de cruzar este espectacular hayedo (ver reportaje).
Cascade de Tabayón
Roblones del Prau del Toro
32. Bosque de Tejedelo (Requejo de Sanabria, Zamora)
Un bosque milenario en Requejo de Sanabria, un bosque de tejos en las entrañas de un robledal.
Aprovechando la cara norte, los tejos han perdurado y se cuentan más de 100 ejemplares con más de 1000 años (ver reportaje).
33. Faedo de Orzonaga (Orzonaga, León)
En Montaña Central Leonesa y muy próximo a León tenemos la maravilla y la magia del Faedo de Orzonaga.
Un hayedo coqueto que hará las delicias de cualquier caminante en cualquier época del año (ver reportaje) (ver reportaje) (ver reportaje) (ver repotaje).
34. Sabinar de Calatañazor (Calatañazor, Soria)
Un árbol colonizador de suelos que gusta vivir en ambientes de condiciones climáticas extremas y que con el tiempo (mucho tiempo) alcanza a ser una dehesa como el Sabinar de Calatañazor.
Un paseo entre gigantescos ejemplares de sabina, muy diferentes a los que vemos por la Cordillera (ver reportaje).
35. Bosque de Tendeña
En el Valle de San Pelayo, bajo las cimas del Yordas y Peña Collada, se encuentra el Bosque de Tendeña.
Un hayedo que en su interior atesora, como viejo tesoro, un grupo de tejos. Un bosque que solemos atravesar a la carrera camino de la cima de Yordas y que pide a gritos una visita mas pausada (ver reportaje) (ver reportaje).
36. Abedular del Salgueiral (Rabanal de Arriba, León)
En nuestra búsqueda de un recorrido por abedulares, cae en nuestras manos un track que une las Brañas de Cubacho con la Brañina.
Sin pensarlo, nos internamos por ese bosque de árboles blancos, cautelosos pero disfrutando cada paso (ver reportaje).
37. Robledales de la Cota (Almanza, León)
Hermanos de aquellos robles, con los que construyeron los navíos de la Armada Invencibles, algunos de los robles de la Cota, tienen nombres propios.
Roble Jatero y roble Mayoral, dos ejemplares de roble incluidos en la lista de árboles notables.
Un recorrido sencillo y apacible (ver reportaje) (ver reportaje).
38. Hayedo de Salio
Del desaparecido Salio, bajo las aguas del embalse de Riaño, disfrutamos de su hayedo.
Bajo la cima de Peña del Agua, un hayedo que esconde en su interior (cerca de la Valleja Oscura) la Gran Haya de Henar y por cuyos perdidos caminos alcanzamos las aguas del embalse (ver reportaje).
39. Sierros Negros (Mirantes de Luna, León)
Sierros Negros un espacio donde las sabinas son las protagonistas (ver reportaje).
Sierros Negros, sabinar sobre las aguas del embalse de los Barrios de Luna.