Gato montés


-EN EL PRADO DE LA IZQUIERDA!!!!!!

Aún avanzo cien metros antes de poder dar la vuelta al coche y regresar junto al prado donde esta el montés.

Me ha visto orillarme en la carretera, pero su interés se entra en el topillo o ratón que parece esta a punto de salir.

Un precioso gato que no parece afectarle mucho la sequía por lo gordo que esta. Mientras se mueve da la sensación de que pudiera tratarse de una gata preñada, pero los gatos monteses se aparean entre febrero y marzo y paren en mayo.

Por un par de veces detecta la presencia de un ratón (o un topo a punto de salir), momento en el que todo su cuerpo se tensa y en uno de los lances, se precipita con rapidez de felino hacia su presa.

Pero en esta ocasión no ha tenido suerte.

 







Pico Anzo y Picos de la Silla


 Vistas desde la cima del pico Anzo
Picos de la Silla

26/10/2017
El otoño agoniza sin haber alcanzado su plenitud.

Con la extrema sequía que hemos soportado este verano (y lo que va de otoño) el monte no puede vestirse de gala.

Caminos polvorientos, praderas amarillas y los hayedos, esos calidoscopios de mil colores, que mueren con un grito no expulsado. 

Me lanzo aún de noche hacia las tierras de Valdeón. En Riaño amanezco con un café en la mano, a la espera de que abran la gasolinera que resulta más perezosa que el sol.

En el puerto de Pandetrave veo la parte final del recorrido previsto, mientras paro a dejar la bici candada en uno de los paneles informativos.

Desciendo al valle y remonto por la carretera que asciende hacia Panderruedas. Soto, Caldevilla y busco la curva anterior al km 10 donde aparco el coche y comienzo a caminar por un cortafuegos en busca del Camino Viejo de Valdeón.

El bosque me fagocita desde el primer instante. Alguna rotura entre la arboleda me permite ver, a lo lejos, la impresionante muralla de Picos.

El arroyo del Cable aún conserva agua. Su rumor se irá perdiendo mientras asciendo por la pista que se dirige a la cabecera del valle. No entro en su circo, ya que para alcanzar la cima del pico Anzo es más cómodo colarse por la Horcada del Oro (el amplio collado a nuestra izquierda) y continuar por la arista hasta la cima.

Abajo quedó la luz velada por el bosques. A esta altura, una luz intensa de otoño se desparrama entre la inmensidad de montañas que rodean esta cima.

No es lugar de descanso, aún queda mucho camino y es preciso continuar. 

Hacia las majadas de Montó, con la Peña Gulugas como referencia, buscando el mejor paso, e intentando no perder mucho desnivel y con la vista puesta sobre las cimas de los Picos de la Silla ( montaña que según desde donde la miremos aparenta una silla de montar).

El mediodía pasó cuando caminaba por el Anzo. El sol ha perdido altura, pero aún calienta y las cuestas se hacen pesadas. 

La primera cima de los Picos de la Silla (la más baja) ofrece unas vistas espectaculares de todo el valle de Valdeón y de los macizos central y occidental de Picos. La segunda resulta una repetición de la primera, pero es paso obligado para localizar la senda que desde el puerto de Pandetrave alcanza la cumbre del Gabanceda.

Los últimos metros se hacen pesados. Deseo llegar al puerto y comenzar el descenso con la bici hacia Posada.

Tiro de frenos, en un intento de prolongar el descenso donde el paisaje pasa ante mis ojos como una película, pero mi bici parece un animal desbocado y al poco alcanzo el valle. 

La plaza de Posada de Valdeón rebosa vida con los últimos de turistas, e invita a relajarme en una de sus terrazas, gozando del calor de este largo verano. 


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La falta de combustible me obliga a esperar en Riaño a que abran la gasolinera. Aprovecho para ver la salida del sol sobre la montañas de Riaño.
 Puerto de Pandetrave. Las cimas del Gabanceda y los Picos de la Silla.
 Hacia el valle de Valdeón.
 Km 10 de la carretera a Panderrueda. Macizo Occidental y Central de Picos.

 El cortafuegos inicial se a unido a un camino que va en busca del Camino Viejo a Valdeón. Marcado con un PR.

 El hayedo tiene color. Cómo no iba a tenerlo!!!! 
Pero no es un color refulgente. Es un color seco, apagado. Solo con la ayuda de Photoshop conseguimos darle una alegría a las fotos.


 Al poco me encuentro con el arroyo del Cable. Hay que llegar hasta la pista y remontarlo.


 Un valle estrecho y flanqueado por hayedos.



 Entrando en el circo.

 Al fondo la Sierra de Cebolleda y el Gildar, su máxima elevación.
 He remontado hasta la Horcada del Oro. Un nombre muy sugerente.
 Un nuevo valle: el del río Anzo.
 Lamentablemente tomado por el matorral en casi toda su extensión.
 En primer término a la izquierda la cima del Pico Anzo y cerrando el semicírculo el Gildar.
 Pobre cima del Pico Anzo, ni vértice geográfico, ni cruz, ni un pequeño montón de piedras.
 Valle del Anzo y el valle donde se asienta la majada del Montó.
 Peña Gulugas (la cima achaparrada) Picos de la Silla y Peña Gabanceda.
Una panorámica con las cimas anteriores más la del Pico Anzo.

 Pico Anzo (cara este)

 Picos de la Silla.
 Majada Montó.
 Majada Montó.
 Vista atrás. El Pico Anzo no es el más alto del cordal donde se sitúa. Más al sur se levanta otra cima de mayor altura, que el ING no identifica con ningún nombre.
  Picos de la Silla.
 La Peña Gulugas.

 Desde la cima más baja de los Picos de la Silla.
 La cumbre del Pico de la Silla mayor y el Pico Gabanceda.

 Hacia las montañas de Portilla.
 Una nueva vista de los Picos de la Silla.
 Pto. de Pandetrave.
Con la bici que me ayuda a recorrer de manera más dinámica el trayecto hasta el coche.
 Sta. Marina de Valdeón
 Las Peñas Cifuentes.
Ambiente en Posada.