Yordas

Arista este del Pico Yordas

Tejeda en el hayedo de Tendeña

Embalse de Riaño.

Peñas de Liegos y sus valles

07/10/2015
La primera vez que subí al Yordas tenía 19 años.

Un plateado obús de la Empresa Fernández (la empresa de autocares) me llevó hasta Riaño. Con el pico a la vista, sin mapa, ni GPS, me dirigí hacia su cima sorteando las pequeñas dificultades que iba encontrando al paso, hasta alcanzar el punto más alto.

Muchas cosas han desaparecido desde aquellos días: Riaño y su fértil valle, cubierto bajo las aguas del embalse. La Empresa Fernández, con sus peculiares autocares carrozados en aluminio (que diseñó mi padre), después de algunos escarceos con otras empresas, sería absorbida por ALSA. Y por último, una perdida que pasaría desapercibida para gran parte de la humanidad y que tendría notables consecuencias para mi persona: mi pelo.

En el 2008 volví al Yordas. En esa ocasión entraría desde Lois en una fría mañana de enero. Con el mapa en la mano llegué a su cima después de deambular por el collado Tendeña y trepar y destrepar un risco sin nombre.

Internet y la profusión de reportajes me ha facilitado hoy un recorrido desde Liegos  con el camino aprendido, identificando lugares antes de llegar a ellos y girando la cabeza en busca de algunos valles y montañas que ya traía aprendidos.

Y no es un comentario negativo, es la constatación de una realidad.

Supero el pueblo de Liegos y continuo por la pista que se encamina por el Valle de San Pelayo hacia Lois, hasta recorrer un par de kilómetros con el coche.

Aparcado el coche y voy recorriendo la pista mientras las nubes comienzan a despejarse. Frente a mí, un Yordas velado por los rayos de sol y a mi derecha las Peñas de Liegos que aparentan ser inexpugnables. Entro en el bosque y parece querer engullirme. Es en ese punto donde desvío mis pasos hacia la izquierda, hacia el bosque de Tendeña.

Una pista amplia y con fuerte pendiente, me lleva por el medio del hayedo. Un bosque en el que aún perdura el verde de sus hojas. La fuente, el cartel que indica el desvía a la cima, la salida del bosque, el collado Bayugoso y la cima. Todo en su lugar, en su tiempo, a su hora.

La cima de excelsas vistas. Con las aguas de un embalse muy reducidas, pero rodeado por cumbres de altivas paredes y bosque indómitos.

Había que dar una pincelada particular y por ello, el descenso lo realizo por la arista este. Original pero un coñazo por lo inestable del terreno y por la pendiente.

Un nuevo tramo de bosque: el de Burín. Sin prisas, intentando localizar a los ciervos que buscan compañía en las laderas opuestas, o las setas que aún no han aparecido.

 Praderías en el valle de San Pelayo.

 Peñas de Liegos.

 El Yordas y la línea de cumbres de peña Collada.

 Por el hayedo de Tendeña.

 Aún conserva su frescura.

Un grupo de unos diez tejos en medio del hayedo (y los que habrá)

 

 Las Peñas de Liegos, el Pico de Recabiello, los Mampodres al fondo y el valle de San Pelayo.

 Salida del bosque

 Cruzaremos por unas hermosas vegas.

 Una mirada atrás. El collado Bayugoso y cimas, muchas cimas

 Hace unos minutos que asomaron las cumbres de la arista de Peña Collada - Peña Cabeza

 Lo que resta a cima 

 Tras Peña Cabeza emergen Las Pintas y Llerenes.

 CIMA!!!!

 Un macho potente

 Konicoleando

 El collado este del Yordas

 El azafrán loco (Crocus nudiflorus) es muy parecido al quitameriendas.

 Arista este del Yordas.

 Y más hayedo...

 El valle de San Pelayo

 Bucólico y pastoril.

Algunos reportajes por la zona de Mareando la Perdiz:

Peña Collada y Peña Cabeza

Peña Llerenes

Las Pintas

Gilbo y Cueto Cabrón

Valle de Llorada