El pico Llerenes visto desde el ramal de Anciles (embalse de Riaño) (29/06/2009)
-Has pensado alguna vez que la cobardía es la hija del miedo?
-Quizá. No obstante, a veces, la cobardía puede ser hija de la sensatez.
Por el estrecho valle del río Dueñas, sobrepasado Salamón y antes de llegar a Lois, paro el coche en un ensanchamiento a la altura de Ciguera.
De nuevo "jugando a vivir". Inventando juegos para fingir que vivimos, me lanzo a recorrer el valle de la Palombar en busca de la ascensión del pico Llerenes.
La niebla aún permanece agarrada a las praderas cuando comienzo a caminar, pero mirando a las altas cumbres, veo que hoy será un día radiante.
La pista cruza un pequeño hayedo que apenas conserva alguna hoja en sus ramas. Muere la pista en la pradera y nace un sendero que me ayuda en el ascenso.
Apago el GPS, me dejo llevar por mi instinto y aparezco en la arista a medio camino entre la Llerenes y el pico Castaño.
Algún juramento, ascenso, descenso y me planto en la base del pico Llerenes.
Me guío por algunos hitos para alcanzar la cima.
Crack!!!! Patina la suela de la bota, caigo, sobre la pierna, ..... doblo el tobillo.
Me levanto. Puedo andar. Siento una molestia, pero... PUEDO ANDAR!!!!!
Cruzo el paso donde he patinado, recorro los 30 metros que restan, y alcanzo la cima.
Una mañana espléndida, un paisaje escandaloso..... pero lo que me queda es tomarme un par de ibus, apretarme bien la bota izquierda y realizar el descenso por la zona más cómoda.
La Superluna (ya no tan Superluna) se oculta por las laderas de la peña la Hoya
Bonito hayedo.
Peña Forcada y el Bodón.
En el centro Cueto Cabrón & el Gilbo
La línea de cumbres que hoy tenía pensado recorrer.
Cumbrera del pico Llerenes
Ten y Pileñes
Konicoleando en la cima del Llerenes.
Ciguera