Al igual que de noche todos los gatos son pardos, cuando caminas entre los bosques de castaños del Bierzo, todos los castaños parecen enormes.
En el bar de Palacios del Sil, mientas tomo una "rubia", me dan las últimas explicaciones para localizar el Castaño de la Verduéngana. Pero sobre el terreno la cosa cambia: no encuentro la zona para aparcar, la subida resulta más larga de lo que me indicaron y todos los castaños de la Verduéngana parecen inmensos.
Afortunadamente topo con un paisano de la zona, que rectifica mis pasos.
Ante el Castaño de la Verduéngana me doy cuenta de la diferencia de tamaño con el resto. Un ejemplar descomunal. Alguna de sus ramas bien pudiera ser un castaño de notables proporciones.
El prado en el que se encuentra no presenta apenas inclinación y facilita su visión.
Se dice que los castaños fueron plantados por los romanos para dar de comer sus frutos a los esclavos. Se podría entender esa proliferación de castaños en el Bierzo debido a la explotación de las minas de la zona.
El Castaño de la Verduéngana no tendrá 2.000 años, no sera una de aquellas castañas traídas por los romanos, pero bien habrá superado los 500? los 800? o tal vez los 1000?
Es necesario tener una referencia para poder apreciar el tamaño de este ejemplar.
El Castaño de la Verduéngana parece tener una mano.
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