Crías de mandarines y serretas en el Dart



Martín había leído que estos días se habían observado en tres puntos de Devon serretas con sus crías.

-Por qué no nos acercamos hasta Totnes para ver si por la orilla del Dart los encontramos?

Con esas nos vamos al final de la tarde a escudriñar las orillas del Dart, ya que cualquier motivo es bueno para recorrer las praderas y las orillas de este maravilloso lugar.

Según remontamos el río, nos cruzamos con senderistas, corredores, paseantes y pensadores, que regresan a sus hogares.

La hora mágica, donde la luz se suaviza, el viento cesa y envueltos en una agradable temperatura, podemos encontrarnos con las aves que salen de sus escondrijos en busca de alimento.

Como la hembra de mandarín que junto a sus dos polluelos cruza el río. Algo inquieta por nuestra presencia, intenta mantener a sus dos crías entre el carrizo.

Pero la hora mágica viene acompañada con la escasez de luz. Y en el momento que aparecen la hembra de serreta grande con sus cuatro pollos, un nerviosismo nos sobrecoge.

-No hay luz!!!! Todas saldrán movidas!!!!

-Cambia a vídeo.

-OK.



 
Una hembra con cuatro pollos. Un bombazo!!!!
Al igual que la hembra de mandarín, la primera reacción ha sido separar a los pollos de la orilla donde nos encontramos. Luego se ha serenado y ha ido moviendo a su prole por el río. En algunos momento la vemos en aptitud de caza, introduciendo la cabeza a la vez que avanza para escudriñar los fondos.
 
 
 
 
Y unos instantes de esa tarde de mandarines y serretas.
 
 
 
 
 
 
 
 
 Acónito

 

Sailing



Una regata por la bahía de Torquay, y una invitación a participar como regatistas.

No ganamos. Nadie lo esperaba. Pero para Martín y para mi fue una nueva experiencia. Y más, al poder hacerlo de la mano de una "leyenda" de la navegación del sur de Devon.

Con su veteranía, nuestro capitán, ordenaba las maniobras con precisión, y nuestro velero encabritaba sus velas cuando trasluchaba. Un equipo de variopintos tripulantes, algunos inexpertos se movía con torpeza, tropezando, pisando cabos, estorbando. Pero el líder, ayudado por los marinos expertos, ponían las cosas en su lugar para que nuestro velero remontara  posiciones.

Quiénes ganaron?

-Todos.


Por los pantalanes de Torquay.


Preparando el barco.

En la salida.

The Legend.
Nuestro capitán sonríe. Sus años de experiencia le ayudan a soportan nuestros errores y descuidos.

A toda vela.


James.

Spinnaker?
Nuestro capitán no lo estima conveniente. Aún sin él, nuestro barco toma la delantera.


Una sonrisa de júbilo.
Táctica y estrategia.

Martín preparado para maniobrar.

Sir konico observando la vela.

Un equipo perfecto.

Una regata de múltiples categorías.
Nuestra embarcación ha partido desde posiciones más retrasadas y va superando a la vela ligera.



Las tripulaciones son conocidas y en los acercamientos siempre hay palabras amables.

Unas risas.



Entrada a puerto.

Widdicombe Ley



El Norte, con sus días más largos, presenta mayores oportunidades a las aves a la hora de sacar adelante a sus polladas. Esas ventajas superan con creces el alto coste energético que es preciso realizar y los altos riesgos de la migración.

Más, algunas aves, deciden no emprender esos largos periplos y criar sus pollos en los lugares de invernada. Es el caso de las barnaclas canadienses que encontramos en Widdicombe Ley.

Protegidos en todo momento por sus progenitores, los adultos de canadienses los van alejando de las inmediaciones del refugio.
 
 

Los adultos guían y mantienen unidos a los pollos.

Dos grupos, el más numeroso con los pequeños y
 
otro con tres pollos de más tiempo.


 
Widdcombe ley.
 

Prawle Point




Prawle Point es el promontorio costero más al sur de Devon.

En él se sitúa una estación del Instituto Nacional de vigilancia de costas. Y para acceder a él, es necesario tomar la carretera de East Prawle y luego continuar hasta el aparcamiento.

Parece sencilla la aproximación. Pero la carrera a East Prawle, resultó ser un cajón entre altos muros de vegetación donde solo pasa un coche y los ensanches para el paso de dos vehículos están muy alejados. Pasado East Prawle, te das cuenta, que lo que acabas de dejar atrás es una autovía comparado con lo que se te viene encima. Continuamente rozando con la vegetación, en descenso y con el piso lleno de socavones repletos de agua. COMO SALIMOS DE ESTA RATONERA!!!!! COMO VENGA OTRO COCHE QUE HACEMOS??????

En el aparcamiento respiramos. Si el "mini" que hay aparcado sale, malo será que no lo hagamos nosotros.

Dejando atrás el sofoco, nos internamos por el camino costero. Verde y azul, salpicado por los ocres de la roca y por los purpuras de las digitales, que estos días han florecido.

Luz a raudales, una suave brisa para disipar los calores de las subidas y playas secretas que nos abren sus puertas a base de hileras de escalones.

Otra mañana "Mareando la Perdiz" por paisajes de costa y ambiente primaveral.


 Prawle Point.




 La pequeña bahía la cierra el peñón de Gammon Head, y en ella existen pequeñas playas.

 El sendero se abre paso entre la maraña de aliagas (genistas) que aún no han sacado sus flores. Espectacular tiene que ser el paso cuando estas florezcan. Hoy solo disfrutamos de su espinas.


 A esta playa bajaremos a la vuelta.


 Hamstone Cove.

 Las digitales son las plantas de Prawle Point.


 Cruz camina hacia Pig´s Nose (nariz de cerdo)


 Superado Pig´ Nose llegamos a las playas de Venerick´s Cove.

 Similar a Stonehenge, algo más pequeño.

 Konico vas con prisa? 

 Venerick´s Cove, a la vuelta.


 Ya estamos de vuelta. El reloj ha corrido demasiado y hoy no tenemos tiempo de bajar a esta playa.

No solo es posible recorrer estos parajes por el "camino costero". Otros viajeros, otro tipo de viaje.