Martín había leído que estos días se habían observado en tres puntos de Devon serretas con sus crías.
-Por qué no nos acercamos hasta Totnes para ver si por la orilla del Dart los encontramos?
Con esas nos vamos al final de la tarde a escudriñar las orillas del Dart, ya que cualquier motivo es bueno para recorrer las praderas y las orillas de este maravilloso lugar.
Según remontamos el río, nos cruzamos con senderistas, corredores, paseantes y pensadores, que regresan a sus hogares.
La hora mágica, donde la luz se suaviza, el viento cesa y envueltos en una agradable temperatura, podemos encontrarnos con las aves que salen de sus escondrijos en busca de alimento.
Como la hembra de mandarín que junto a sus dos polluelos cruza el río. Algo inquieta por nuestra presencia, intenta mantener a sus dos crías entre el carrizo.
Pero la hora mágica viene acompañada con la escasez de luz. Y en el momento que aparecen la hembra de serreta grande con sus cuatro pollos, un nerviosismo nos sobrecoge.
-No hay luz!!!! Todas saldrán movidas!!!!
-Cambia a vídeo.
-OK.
Una hembra con cuatro pollos. Un bombazo!!!!
Al igual que la hembra de mandarín, la primera reacción ha sido separar a los pollos de la orilla donde nos encontramos. Luego se ha serenado y ha ido moviendo a su prole por el río. En algunos momento la vemos en aptitud de caza, introduciendo la cabeza a la vez que avanza para escudriñar los fondos.
Y unos instantes de esa tarde de mandarines y serretas.
Acónito