Acampando en el Porma
26/07/2013
Recupero las fotos del disco duro y me doy cuenta del paso del tiempo.
Julio de 2013, o lo que es lo mismo un par de meses antes que me prejubile y sobre todo que partamos hacia lo que sería nuestra gran aventura.
Y sobre todo la de Martín!!!
Cuando veo las fotos de ese niño que se mueve por el monte con los prismáticos en ristre en busca de ciervos, y lo compara con el mozarrón que habla de aves que ni me suenan....
Bonito fin de semana del que disfrutamos los hombres de la casa por los alrededores del embalse del Porma. Con paseo nocturno a la luz de la luna y gran madrugada para sorprender a los ciervos al amanecer.
No llego a recordar si al día siguiente lo celebramos con una comida en el restaurante del Museo de la Fauna Salvaje o en el Madrid en Puebla de Lillo, ya que el día siguiente se me mezcla con el de otro finde pasado por los alrededores.
Peña la Teja
La silueta del Espigüete entre las cimas que forman la Valleja Oscura.
La discreta cima de peñaa la Teja.
Peña la Teja, un pegote de aglomerado sobre la arista que une el collado Tejerina con el puerto del Pando.
Discreta en altura, pero un buen mirador sobre el embalse de Riaño. Y sobre todo, la disculpa perfecta para realizar un recorrido por el hayedo de Salio.
Dos veces he caminado por este hayedo, cruzando el estrecho de Valleja Oscura. No ha sido suficiente para que esta vez, equivoque el sendero y camine desorientado más de una vez por las profundidades de este maravilloso bosque.
Para ello, parto de Boca de Huergano, en kayak, paleando por las tranquilas aguas de un embalse casi a tope. Me separan unos cinco kilómetros del lugar donde se encontraban las invernales de Salio y dónde comienzo a caminar remontando el valle de Arriba.
Encontrar el sendero de entrada al bosque de Salio, no resulta complicado. Pero un hito me despista y me hace abandonar el sendero. Es cuando empiezo a dar vueltas por este frondoso bosque. No encuentro referencias y más tarde alcanzaré las praderas de Peñas Blancas, sin haber pasado por la "Gran Haya de Salio" ni los restos de la vieja cabaña que existe por sus inmediaciones.
La collada Tejerina, aparte de ser el paso natural a esta población, es un excelente mirador de la zona, donde la figura indiscutible es el Espigüte, aparte de las cercanas Piedra del Agua, Peñaverada, Sandinas o el algo más alejado Peñacorada. Y por supuesto, el valle de Tejerina.
La mañana avanza inexorablemente y una luz intensa vela el paisaje. Las vista a Picos o al más cercano Yordas quedan empañadas por esta luz nefasta.
Madrugadas en estos días de verano.
Las montañas de Riaño, Las Pintas, Llerenes, Cueto Cabrón y el Gilbo que parece la arista de Las Pintas.
Una nueva imagen de este espectacular macizo, con la cima del Yordas y el cordal de peña Cabeza, que pude recorrer la semana anterior.
Konicoleando
La bahía que entra hacia los invernales de Salio.
Las praderas del valle de Arriba. En la lejanía la arista que contiene las cimas de peñas Prietas y peña la Teja.
Por la izquierda la cima de peña la Teja y el collado de Tejerina.
Entro en el hayedo, hacia la Valleja Oscura.
Alcanzo las praderas próximas a peñas Blancas. Aún queda otro tramo de bosque antes de alcanzar el collado.
El Espi.
Peñas Blancas. Será posible su ascenso de una forma sencilla?
Tejerina y su valle.
Collado Tejerina.
Lo que resta a la cima de peña la Teja.
Lejos del agobio que pasé dentro del bosque, la sensación de amplitud, una alfombra de hierba, la ligera brisa que corre, hacen de este, el camino más placentero del día.
Una panorámica de la zona.
El Yordas.
CIMA!!!!
La arista que pasa por peñas Prietas y llega hasta el puerto del Pando.
Otra imagen de Tejerina. Al fondo Peñacorada.
Tres planos; las montañas de Ocejo, peñas Sandinas y Peñaverada.
Riaño.
Siempreviva.
De nuevo la vista de peñas Blancas y el hayedo.
En el bosque de nuevo.
Esta vez acierto con el sendero. La Gran Haya de Salio.
Praderas cercanas a Salio.
Otra panorámica realizada a primera hora de la mañana.
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