07/07/2016
Inverness es la capital de las Highland.
Con el invierno más frío de todas las ciudades del Reino Unido y el día más largo.
Como viene siendo costumbre en nuestro viaje, llegamos a esta ciudad de tarde. De tarde, y tarde para poder ver el bullicio normal de la citi. Al poco de aparcar, nos acercamos a su calle principal y asistimos al cierre de sus comercios.
No importa, Inverness tiene para nosotros -y para el resto de los turistas y visitantes- el ser la desembocadura del río Ness.
Por ello dejamos el centro, y nos encaminamos hacia el río para pasear por sus puentes y gozar de un sol de tarde iluminando las fachadas de sus espléndidos monumentos.
Un río Ness ancho y poco caudaloso en estas fechas, que a pesar de las distancia con el lago, rememora en todo momento el recuerdo de su monstruo.
De pequeño, los días lluviosos que había que salir a la calle, pensaba en como no cerraban las calles con un tejado que las protegiera de la lluvia y el frío. Alguien me copió el pensamiento.
Free North Church que pertenece a la iglesia presbiteriana.
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