Montihuero




19/11/2017
Torre de Babia nos recibe con una mañana radiante pero con cinco graditos bajo cero.

Nuestro objetivo son algunas de las aves alpinas que habitan en invierno estas cimas. En concreto los gorriones alpinos y por extensión los acentores.

No sabemos si por el cambio en las estaciones o por falta de pericia, pero al final no encontramos en toda la jornada, por más que pateamos los alrededores del Montihuero, ni gorriones ni acentores.

El camino desde Torre de Babia hacia la Laguna de las Verdes es muy llevadero, ademas de estar correctamente señalizado. Solo es preciso estar atentos a la hora de tomar el desvío a la izquierda cuando caminemos por el valle de la Torre y no seguir por la pista que va a la base de La Cervata que con los rayos de la mañana resplandece como el oro.

Los cantiles del Montihuero son visibles a nuestra izquierda antes de alcanzar el hoyo donde se localiza la Laguna de las Veredes. Un espacio único el que ocupa la laguna rodeada por altas montañas y esbeltas agujas de caliza.

Los gorriones no aparecen. Tenemos noticias de unos amigos que no hace mucho vieron un bando de más de doscientos ejemplares por la canal que se forma entre el Montihuero y las Coloradas, por ello y para contrarrestar el frío que hace en la zona sombría, comenzamos a ascender por la canal.

Un canchal es un terreno siempre incómodo. En este caso el sucesivo paso de personas y animales ha generado una serie de senderos que lo hacen más llevadero y cuando queremos darnos cuenta, nos encontramos en las largas vaguadas entre las cimas de las Coloradas y Peña Redonda.

Un nuevo quiebro, una nueva pendiente y nos alzamos en el collado entre Peña Redonda y El Picón. Poco resta hasta la cima del Montihuero, pero la visión de las montañas babianas la tenemos: riscos, agujas, picos y montes galopando desbocados. Pisándose unos a otros, cruzándose y formando nuevos y retorcidos valles. 

A lo lejos, por el este el macizo de las Ubiñas cierra el cuadro de estas montañas caóticas. 

Un nuevo collado y una última rampa para hollar la cima.


Pero nuestro júbilo montañero da al traste con la falta del gorriones alpinos. Solo un ejemplar de treparriscos hemos conseguido observar durante la subida, pero ni un solo gorrión,  ni un solo acentor!

La vuelta la hacemos recorriendo nuestras huellas, buscando las aves que no vimos a la subida y que tampoco veremos al descenso.

-Pero tu siempre ves acentores!!!!

-Ya, y algunas veces hasta gorriones alpinos.






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El valle de Torre


La Cervata protege de los vientos del norte a Torre de Babia.
La Cervata y Peña de Congosto.
Pena Chana y el Chabuezo
Peña Chana
Vamos bordeando los precipicios del Montihuero.
A punto de entrar en la cuba donde se asienta la Laguna de las Verdes.
Destacando la Aguja de las Coloradas.


Laguna de las Verdes.
Laguna de las Verdes.
En el centro Peña Chana y a su izquierda Peñas de los Años.
Subiendo por la canal.

Peña Orníz por detrás de La Cervata.


Cima de Las Coloradas.
Hemos alcanzado el collado. Detrás de Martín Peña Redonda y las Coloradas. Entre ambas Peña los Años.
Y al frente la cuerda que nos lleva hasta la cima del Montihuero.

Valle de la Fuenfría. El circo glaciar que alcanzaremos saliendo de La Riega de Babia y que cierran las cimas de La Crespa, Peña Redonda y el propio Montihuero.
Un mayor detalle de este valle.
Multitud de cimas, de valles, de lagos, lagunas, agujas,......
Macizo de Ubiñas.


Todo esto fue un mar.
CIMA!!!! del Montihuero.



Relax
La vuelta.









La ruta vista desde la cima de Peña del Congosto

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