Rebecos
En el último mes he coincidido en dos lugares con una alta concentración de rebecos.
En Picos los sorprendí en la Colladina de las Nieves, pastando con mucha tranquilidad y sin apenas recelar de mi presencia. Su pelaje rojizo de verano, refulgía al sol.
Más o menos quince días después, he tropezado con otro grupo de rebecos en las proximidades del Pozo Ferreira, allá por los Ancares Leoneses. Y en esa ocasión los rebecos se habían preparado para el invierno y lucían un pelaje oscuro y denso. Estos para nada mostraron interés en mi persona y abandonaron el lugar rápidamente.
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