Mareando la perdiz: De Colinas al Campo de Santiago

Entrando en el Campo de Santiago

3/05/2021

El Bierzo nos sigue sorprendiendo con sus paisajes.

Y en esta ocasión no con un recorrido nuevo, ya que el camino de Colinas hasta la ermita de Santiago no es un trayecto nuevo.

Pero a pesar de ser conocido, la primavera ha cargado con nuevos tintes el mosaico donde los verdes adquieren matices tan dispares, que cualquier ordenador se volvería loco elaborando algoritmos para sacarlos.

Colinas, el pueblo con el nombre más largo, (de León, de España y posiblemente del Mundo Mundial) de Martín Moro, en homenaje a aquel comandante perdedor de las tropas musulmanas, que por su origen apodado "el Toledano" lucho ante un Apóstol Santiago, que a lomos se su corcel, segaba los moros como finas hierbas bajo la guadaña, para dar una victoria a la escuálida milicia cristiana.

Hoy afortunadamente no tendremos que combatir, ni desalojar a nadie (aparte del virus de mierda) y el apacible día será dedicado a caminar, bajo un cielo radiante, acompañando las aguas del Boeza, por un cañón, por momentos estrecho y por otros ancho, que nos recuerda como en otro tiempo el hielo circuló sobre él, hasta las campas del impresionante circo donde se asienta la ermita (que conmemora la victoria de Santiago ante los moros).

Bien distinto a la última vez que nos sentamos ante la entrada de la ermita, el lugar (Campa de Santiago desde Fasgar) rezuma la soledad de aquellos espacios donde tierra trasmite su fuerza con impulsos imperceptibles que nosotros no somos capaces de escuchar, lo que nos obliga a volver una y otra vez.

Camino de vuelta por el mismo trayecto, pero con nuevas luces, nuevos colores y nuevos espacios.