Desde el 1º de Mayo los perros no pueden entrar en las playas de la bahía de Torbay, lo que beneficia a las aves que, en estas fechas, realizan sus desplazamientos prenupciales y deciden detenerse para descansar y alimentarse.
Este correlimos tridáctilo lo encontramos junto a un grupo de argénteas. Pero algo las asusta y todos desaparecen.
Buscando el correlimos por la playa casi lo pisamos. Este limícolo de movimientos rápidos, y cuya ausencia de dedo posterior lo identifica como correlimos tridáctilo, parecía sentir necesidad de rodearse de seres vivos. Con las argénteas o conmigo. Incluso en un momento, mientras le hacía las fotos, se quedó medio dormido.
Viajes excesivamente largos para aves tan pequeñas.
Se duerme.
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