Ascensión al Pico Vallines y Alto de la Quebrantada por el valle de Luriana

9/03/2019
El Vallines queda eclipsado a la sombra del Coriscao. 

Ya sea desde el puerto de San Glorio, ya sea por el valle de Luriana, hordas de montañeros y esquiadores dirigen sus pasos hacia la cumbre del Coriscao, dejando en el olvido la cuerda formada por el Alto de la Quebrantada y el pico Vallines.

De idéntica altitud, el Coriscao se considera la reina de la zona por mostrar desde su cima increíbles vistas hacia Picos, no así el Vallines al que se le interpone la Sierra del Salvorón. Pero en cuando a líneas, el Vallines junto al Alto de la Quebrantada (la cima gemela que comparte cuerda) supera sobre manera al Coriscao.

Esta mañana nos hemos acercado Toño y yo hasta el kilómetro 6 de la carretera que va de Portilla de la Reina hasta el Pto. de Pandetrave. Unos coches, más madrugadores, nos informan que estamos en el lugar apropiado y muchos esquiadores nos marcan el inicio del camino a seguir.

No hay mucha nieve y para raquetear desde el inicio tenemos que transitar por la margen izquierda del arroyo Luriana (el abesedo) por entre un hayedo hasta alcanzar el valle limpio.

Es justo cuando el vale se nos muestra despejado, amplio y rectilíneo cuando acometemos la ascensión, buscando la arista que nos lleve al Alto de la Quebrantada.

 "Toparriba", sin descanso, sin zigzagueos, afrontamos la dura pendiente hasta alcanzar la arista en un punto muy cercano al culmen del Calar de Vallines. La pendiente se suaviza y la niebla se difumina dejándonos ver donde nos encontramos y hacia dónde queremos ir. La arista hacia el Alto de la Quebrantada y Vallines se muestra espléndida, con un recorrido asequible y sobre todo disfrutón.

Un simple hito de piedras con un palo marca el vértice del Alto de la Quebrantada. La collada Vallines la ganamos sin dificultad y nos encaminamos junto a merengues de nieve hasta la cima del Vallines.

Niebla a media altura nos oculta las cumbreras de la Sierra de Orpiñas y de la cuerda Espigüete - Peña Prieta. Al lado contrario los Picos igualmente velados en parte comienzan tímidamente a mostrarnos sus torres.

Seguimos hacia el Alto de la Cardosa y sin llegar a él, acometemos el descenso por un circo que nos envuelve y parece querer engullirnos en su cuenca de nieve.

Entramos en el valle de Luriana a la altura de un refugio y descendemos por la orilla derecha esperando librarnos de la nieve que a estas alturas no conserva ninguna consistencia.

Sin camino, sin sendero, ganamos la carretera donde nuestro coche nos espera solitario, sin la algarabía de la primera hora de la mañana.

Las fotos en Google+

Punto kilométrico 6 de la carretera Portilla al puerto de Pandetrave

Preparándose.

Caminamos entre grupos de esquiadores que enfilas sus esquíes hacia el Coriscao. 

Entre el hayedo con las raquetas mal. Imagino que con los esquíes será peor.

Salimos del bosque y acometemos la ascensión hacia el Vallines (el de la derecha).

A nuestras espaldas....

el Corcadas y .....

el Gabanceda.

Corcadas, Gabanceda y el valle de Luriana.

Hacia el Coriscao.

Alcanzada la arista ya tenemos grandes vistas, aunque hoy aparecen veladas.

Por allí se encuentra el Alto de la Quebrantada.

Va despejando.

Tenemos suerte, nuestras cimas son azotadas por el viento que limpia de nubes el entorno.

La cuerda del Alto de la Quebrantada - Vallines. Al fondo con un casquete de nubes el Coriscao.

Por la arista.

A punto de alcanzar el alto.

Cima del Alto de la Quebrantada.

Collada Vallines y cima del Vallines.

La Sierra de Orpiñas.

Con la Sierra de Orpiñas a nuestras espaldas y a punto de hacer cima.

Nuestro camino.

Cima del Pico Vallines.

Konicoleando.

Lo que se ve de Picos.

Seguimos por la arista para comenzar el descenso.

En un cuenco de nata.

Por el valle de Luriana.

Todo el circo del Alto de la Quebrantada - Vallines.