12/10/2017
-Qué es eso?
-Dímelo tú, que son tus recuerdos.
Desde el puerto de Pandetrave la cima del Gabanceda se puede alcanzar con relativa facilidad. Pero las dos veces anteriores que he conseguido esta cima ha sido desde el Corcadas. Y es que el Gabanceda aparece desde el Corcadas como un parapeto que entorpece la visión hacia los dos macizas de Picos, siendo preciso alzarse en su cima para conseguir buenas vistas.
Hoy no vamos a realizar tan ímprovo esfuerzo. Hoy vamos al Gabanceda desde el puente de San Martino recorriendo los desconocidos valles de Ceranzo y Susiella (desconocidos en parte, ya que en la ascensión desde el Corcadas recorrí el valle de Susiella).
Cruzamos Portilla de la Reina camino del puerto de Pandetrave y a los cuatro kilómetros nos encontramos a la izquierda el puente de San Martino que nos ayuda a cruzar el río Puerna y ganar la pista que remonta el valle de Ceranzo.
Un valle que a primera hora permanece sombrío y nos obliga a recorrerlo deprisa en un intento de aplacar el frío de la mañana.
El camino trascurre por un hayedo con tintes otoñales y se apoya sobre un par de puentes para cruzar un río que en estos días pasamos con un salto.
Junto a un pequeño refugio el camino se bifurca y nosotros tomamos el ramal izquierdo, para al poco, alcanzar las praderías del valle de Susiella. Praderías alpinas, bajo la cima del Corcadas, cuya sombra le permite, en estas fechas, conservar parte de el verdor primaveral.
Solo hemos de remontar el arroyo Susiella hasta sus nacientes, evitando las escobas, para alcanzar el collado de Peñas Blancas y desde ese punto alzarnos en la cima.
Las tierras Valdeonas se intuyen tras un nuevo escudo que entorpece nuestra vista. El Pico la Silla (cima doble con forma de silla de montar) se interpone entre nosotros y el valle de Valdeón.
No ocurre igual con los macizos occidental y central que levantan sus torres en busca de la luz.
-A la izquierda del Pico de la Silla, la Peña Gulugas. Recuerdas?
Desandamos nuestra ruta, con la facilidad de un recorrido de bajada, en busca de un trozo de bosque que nos brinde una sombra donde poder derrochar la tarde, viendo caer las hojas de los árboles.
Y recordar que: "todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas en la lluvia".
Entrada al valle de Ceranzo.
Los hayedos buscan aires otoñales, para que cada hoja se transforme en una flor.
Un pequeño refugio a los pies del Pico la Braña donde se unen los arroyos Gabanceda y Susiella. Nuestro camino continua por la izquierda.
Entrada al valle de Susiella.
El Gabanceda.
Vamos remontando el arroyo Susiella.
El Corcadas.
Desde la cima del Gabanceda.
Sin llegar a tapar la visión las cimas del Pico la Silla y la Peña Gulugas.
Las Peñas Cifuentes.
Macizo Occidental.
El Corcadas y los valles por los que hemos accedido.
El Gildar y la Sierra Cebollera.
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