Sabina albar (Juniperus thurifera)
3/09/2017
Considerado como una reliquia de los bosques que existieron en las épocas frías del Cuaternario, el sabinar de Crémenes es un bosque primigenio que ha permanecido intacto sin haber sido explotado por el ser humano.
Un bosque de sabina albar (Juniperus thurifera). Un arbusto o árbol de poca altura de la familia de las cupresáceas que gusta de los terrenos calizos.
Siempre que pasamos por Crémenes nos gusta fijarnos en la impresionante pradera de donde arranca la ladera que se encuentra tachonada por ejemplares de sabinas. Y siempre hablamos de que algún día tenemos que acercarnos por esta zona para hacer un recorrido.
El Iberpix nos ayuda para diseñar un pequeño recorrido que nos permita caminar entre estos viejos árboles que el viento y la nieve han castigado, retorciendo sus troncos hasta dar lugar a formas propias de el Grito de Edvard Munch.
Crémenes nos recibe con un luminoso día de verano. Aparcamos nuestro coche y empezamos a caminar por la carretera de Corniedo. Setecientos metros y dejamos la carretera para continuar por la pista que recorre el estrecho valle que cierran las lomas del Alto de Montemoro y La Cotica, la cima que pensamos subir.
Poco recorremos del valle (lo haremos a la vuelta) ya que nuestra idea es alcanzar desde este valle la arista que baja de La Cotica y desde ella ganar la cumbre.
Pero en esta ocasión la cima no es el plato fuerte del día. Caminar entre las sabinas, que inundan la arista y toda la ladera sur, es nuestro objetivo. Disfrutar de estos intrépidos árboles que buscan la altura del precipicio para dejarse ver desde el valle.Una subida tensa y entretenida, con vistas hacia las montañas de Argovejo y, próximos a la cumbre, las verticales paredes del murallón del Las Pintas.
En el collado entre La Cotica y el Alto de la Toaca, las sabinas están más protegidas de los fuertes vientos. Es allí donde se agrupan formando corros con formas menos castigadas y mayor altura.
El collado de la Trébede nos tiene reservada una nueva sorpresa en forma de inmensas hayas.
Ya solo hemos de dejarnos llevar por la pista que nos devuelve hacia nuestro punto de partida y que nos deposita en un Crémenes que ha adquirido el ambiente festivo de un domingo de verano.
Sabinar de Crémenes. Aún hemos de voltear esta ladera por la izquierda para llegar a ganar la arista.
Ya en la arista.
Sabinas
Estupendas vistas hacia Las Pintas y Llerenes.
La arista de los Jaidos, también repletas de sabinas.
El Gilbo.
El valle de Crémenes.
Apretado entre montes, Argovejo intenta lograr su espacio.
Cimas emblemáticas como Pico Cerroso, la Rionda, Pico Roscas y el Aguasalio.
Cima de La Cotica.
Llerenes, Las Pintas, el Gilbo.
Siempre verde y con un olor dulzón.
Sabinar de Crémenes.
El Sabinar de Crémenes se encuentra recogido como Zona de Reserva dentro del Espacio Natural de Picos de Europa
El valle por el que descendemos.
Antes nos acercamos al collado de la Trebede para observar unos ejemplares de hayas.
Pepe geográficamente tiene alguna importancia la situación del sabinar?
ResponderEliminarSe habla del Sabinar de Crémenes como uno de los sabinares mas occidentales de Europa.
EliminarSi buscas el "más" el sabinar de Mirantes de Luna esta más al oeste.
Ambos son sabinares de montaña, donde los arboles tienen formas retorcidas por el viento, a diferencia del sabinar de Calatañazor (algo más al este, en Soria) un bosque mucho más extenso y con algunos ejemplares increíbles de grandes.
No se si llego a contestarte.
saludos José Luis.
Si, si, ese el dato que no me cuadraba, por el tema del sabinar de Luna.Pero por extensión es más importante el de Cremenes
ResponderEliminarSi, si, ese el dato que no me cuadraba, por el tema del sabinar de Luna.Pero por extensión es más importante el de Cremenes
ResponderEliminar¡Qué chulada de paseo! Muchas gracias por esta labor de recopilación.
ResponderEliminarEn breve acometeremos esta ruta para conocer a las Sabinas.
Gracias