"Encima de Aledo, puesta - in loco fragoso et quasi inhabitabile -, a la mano derecha
entre ella y Alhama ay una sierra notable llamada Aspuña; es la mas alta deste reyno
y que primero se descubre a los que nabegan de berbería ú de lebante para España y
ansi entiendo, que se ha llamado Aspuña de España, como luego los navegantes en
viendo tierra apellidan el nombre Despaña...".
(Texto de Jerónimo Hurtado en el año 1.584)
No venimos de berbería, solo decidimos aprovechar la proximidad de esta sierra, del lugar donde estamos pasando unos días de vacaciones, para acercarnos a ver los arruís.
Sierra de Espuña, un macizo elevado de profundos valles interiores, como el de Leiva, que tanto nos llamó la atención.
Situada en Murcia, a finales del siglo XIX se encontraba en un estado lamentable, presentando la casi total desertificación de su superficie. En 1.889 el ingeniero forestal Ricardo Codorniú, acometió la ardua tarea de reforestal toda la sierra, y hoy en día, la sierra es un inmenso bosque de pino carrasco, que contrasta con las extensiones cultivadas y baldías de los alrededores.
Con la introducción en 1.970 del arruí (su gran desarrollo y posterior y regresión por culpa de la sarna), la sierra de Espuña es un baluarte a nivel europeo para los amantes de la caza mayor.
La carretera que nos introduce en la sierra, asciende hasta su cima. Pero no es posible llegar a la cumbre, ya que instalaciones militares ocupan el lugar, e impiden el paso.
Desde el aparcamiento anterior a la cima, es fácil alcanzar el collado Mangueta y los Pozos de Murcia. A partir de ese punto nos encaminamos hacia las aristas. No tardamos en descubrir los primeros Arruís recortándose.
Los Pozos de las Nieves de Sierra Espuña.
En este caso los llamados Pozos de Murcia. Son construcciones que comenzaron a levantarse en el siglo XVI, con el propósito de recoger y acumular la nieve caída durante el invierno, para luego ser distribuida en verano en forma de hielo.
Los Pozos de Murcia eran los que abastecían a Murcia. Su transporte se realizaba con caballerías y un buen montón de horas.
A nuestras espaldas la cima de Espuña, ocupada por instalaciones militares.
El profundo corte donde se asienta el valle de Leiva.
En el proceso de localización de los primeros ejemplares
Martín me indica donde tengo que mirar.
Hembra con su cría.
El arruí o muflón del Atlas presenta un penacho de pelo largo que le cuelga del cuello. Su capa es de color rojizo pardo y su cuerpo resulta robusto. Cornamenta permanente, de menor tamaño en las hembras.
Los ojos de los arruís resultan vivaces al tener la pupila trasversal sobre un iris de color bronce.
Originario de África del Norte, se adaptó perfectamente a las condiciones de esta sierra.
Los grupos que localizamos, escapaban a nuestra presencia desde muy lejos.
Collalba rubia.
Una sierra muy interesante para caminar. Aunque seguro que en invierno ofrece más posibilidades.
Interesante entrada sobre Sierra de Espuña y los Arruís.
ResponderEliminarEl paisaje sorprendente y muy distinto al de León.
Saludos
Tienes razón un paisaje diferente.
ResponderEliminarUna zona muy tórrida en esta época. Pero recuerdo que hace unos cuantos años, estábamos por la zona y nos acercamos hasta esta sierra. Jope!!!! la cantidad de nieve que había caído. Se comprende los Pozos de las Nieves.
Saludos José Alberto.