Peña Redonda
Collado Palmián
En la cima del Nogales
La niebla se fue apoderando del paisaje y al paso por Cerulleda este se había transformado en el escenario típico de un relato tenebroso de Poe.
Tenía la alternativa de dar media vuelta, volver hasta las Hoces de Valdeteja e intentar subir a peña Verde por una canal en la que me había fijado al paso. Pero no!!! me apetecía caminar por los puertos de Caniecha y Palmián y coronar de nuevo la cima de peña Redonda, por lo que me dije: konico aguanta, seguro que el puerto está despejado.
Estaba claro que en Asturias se habían dejado abierta la caja de las nieblas y estas inundaban todo el puerto y mucho más.
-No te preocupes, seguro que más arriba lo encuentras despejado!!!!.
Pero de momento tocaba caminar por un túnel, en el que apenas se perfilaban las siluetas del ganado suelto. Terreno algo conocido y San GPS que orientaba mis pasos, me llevó hasta la collada Caniecha y hasta el collado Palmián. Peña Redonda se suponía que estaría frente a mí, pero de momento lo único que se me permitía distinguir eran las rocas más próximas.
Tocaba subir, por la canal herbosa que con la humedad obligaba a prestar atención, con tendencia a la derecha donde suponía que debía encontrarse la cima.
La luz cambió, se hizo más intensa y el sol se perfiló entre la niebla ganando la batalla. Asciendo unos metros más y salgo de la niebla hacia un día radiante de luz, al momento que me doy de bruces con la cruz de la cima.
La cima de Peña Redonda, la discreta cumbre en cuya base se asientan algunas de las majadas más hermosas de Asturias: majada Fondil, majada Caniecha o la de Palmián situada en el collado del mismo nombre y que mira de frente a esta peña y a Peña Melera y la Cabritera, la próxima cima por la que caminaran mis pasos después de descender y alcanzar el collado de Palmián, donde podré refrescarme en su fuente.
Un nuevo descenso para alcanzar la cuenca del arroyo Valmartín y a apretar el paso para salvar los 400 metros de desnivel hasta la cima de La Cabritera. Durante el ascenso, buenas vistas hacia la majada Caniecha y peña Redonda que nos ofrece posiblemente su mejor estampa.
Desde la cima de la Cabritera aprecio que el encargado de la caja de nieblas en Asturias se ha vuelto a dejar abierta la tapa y que estas intentan de nuevo apoderase del puerto.
Tocaba subir, por la canal herbosa que con la humedad obligaba a prestar atención, con tendencia a la derecha donde suponía que debía encontrarse la cima.
La luz cambió, se hizo más intensa y el sol se perfiló entre la niebla ganando la batalla. Asciendo unos metros más y salgo de la niebla hacia un día radiante de luz, al momento que me doy de bruces con la cruz de la cima.
La cima de Peña Redonda, la discreta cumbre en cuya base se asientan algunas de las majadas más hermosas de Asturias: majada Fondil, majada Caniecha o la de Palmián situada en el collado del mismo nombre y que mira de frente a esta peña y a Peña Melera y la Cabritera, la próxima cima por la que caminaran mis pasos después de descender y alcanzar el collado de Palmián, donde podré refrescarme en su fuente.
Un nuevo descenso para alcanzar la cuenca del arroyo Valmartín y a apretar el paso para salvar los 400 metros de desnivel hasta la cima de La Cabritera. Durante el ascenso, buenas vistas hacia la majada Caniecha y peña Redonda que nos ofrece posiblemente su mejor estampa.
Desde la cima de la Cabritera aprecio que el encargado de la caja de nieblas en Asturias se ha vuelto a dejar abierta la tapa y que estas intentan de nuevo apoderase del puerto.
Con esas guisas, voy recorriendo la arista, con la mirada puesta a mis espaldas, hasta encumbrarme en el Jeje.
La niebla parece que se estanca y como aún tengo ganas de caminar, decido alcanzar la cima del Nogales que poco más me aporta en vistas.
Momento para el relax y para ver como el viento, que se ha levantado, juega con la niebla creando figuras propias de un test de Rorschach.
Hay que moverse. Regreso hasta la base del Jeje y comienzo el descenso por su ladera sur, por pandas que se dejan caminar con facilidad hasta las praderías de la Vega la Reina.
La pista por la que pasé esta mañana me devuelve hasta el refugio inacabado del Pto. Vegarada donde me espera mi coche.
Algunas fotos:
La niebla parece que se estanca y como aún tengo ganas de caminar, decido alcanzar la cima del Nogales que poco más me aporta en vistas.
Momento para el relax y para ver como el viento, que se ha levantado, juega con la niebla creando figuras propias de un test de Rorschach.
Hay que moverse. Regreso hasta la base del Jeje y comienzo el descenso por su ladera sur, por pandas que se dejan caminar con facilidad hasta las praderías de la Vega la Reina.
La pista por la que pasé esta mañana me devuelve hasta el refugio inacabado del Pto. Vegarada donde me espera mi coche.
Algunas fotos:
El refugio del Pto. Vegarada. Algún día abrirá sus puertas?
Caballos en la niebla.
Parece que abre...
Como la niebla persiste y parece que poco más se podrá hacer, me dedico a gastar el tiempo haciendo fotos a todo lo que sale a mi encuentro.
La Brañuela.
Servales.
Collada Caniecha. Persiste la niebla.
Poco se ve de los paredones de peña Redonda.
Por fin!!!! La niebla despeja.
Peña Panda, la otra cima de peña Redonda.
Las cimas del Pto. Vegarada.
Ruayer (Rio Aller)
Con algo de zoom: Brañacaballo, la Carba y Alto del Corralón.
Cima de peña Redonda.
El Torres.
Las montañas a las que me dirijo.
CIMA!!!!!!
Picos Pandos y Peña Melera. Esas cimas las conjunté con peña Redonda un día que hice una rutilla con Xistras .
El macizo de Peña Santa.
Más Torres.
Hacia el collado Palmián, con la cima de La Cabritera al frente.
Peña Redonda.
Collado Palmián.
Peña Redonda. Menuda montaña!!!!!!!
Collada Palmián.
Un lugar de ensueño.
Majada Caniecha.
Panorámica.
Palmián.
Collado Caniecha.
A punto de alcanzar la cima de la Cabritera.
Mirada atrás.
CIMA!!!! de la Cabritera.
De nuevo el Torres.
Arista a seguir y las cimas del Jeje y Nogales.
CIMA!!!! del Jeje.
La niebla intenta ocultarme las vistas.
CIMA!!!! del Nogales.
Vega la Reina.
Majadas de Vega la Reina.
Pto. de Vegarada.
Otros días por el Pto. de Vegarada
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