12/09/2016
Un frente barre la Península cubriéndola de un manto de lluvia a la vez que desploma la temperatura.
Pero Murcia es punto y aparte. Esperando ese descenso del termómetro, cambiamos la playa de las Salinas de San Pedro por las de Calblanque, con tan mala suerte que todos los lunes de septiembre la pista que accede a esas playas se cierra al trafico de coches, para cederlas al trafico de bicicletas y caminantes.
Por ello, nos acercamos hasta Cala Reona (próxima a Cabo de Palos) y recorremos el sendero balizado que desde esa cala alcanza las playas de Calblanque.
El descenso de las temperaturas nos sorprende con unos 29 graditos cuando comenzamos la caminata. Un camino costero, con vistas al mar y unos montes esbeltos, que prometen buenas vistas desde sus cimas. Por ello, sin descender hacia las playas de Calblanque, atacamos al Cabezo de la Escucha por la arista que desciende desde su cima.
Calor sofocante en los tramos que no corre brisa (y en todos los demás) y unas vistas estupendas hacia el Mar Menor.
Más el mediodía se acerca y es necesario tomar refugio bajo las aguas del mar.
Cabo de Palos nos espera.
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