Mareando la perdiz: Pico Ori

28/09/2016
Desde hace muchos años, Ori ha sido una cima que recordamos Cruz y yo como las del Top 10.

El verdor de sus laderas desprovistas de vegetación, una arista con amplias vistas y un ascenso corto y carente de dificultad. Que más se puede pedir??

Ese día, según nos íbamos acercando al puerto de Larrau, lo que pedíamos es que estuviera despejado. Más sabiendo como había quedado la tarde anterior cuando nos acercamos hasta el puerto.

Afortunadamente para nosotros, amaneció un día radiante y tanto puerto, como pico se encontraba totalmente despejado.

Calzarse las botas, coger los bastones y toparriba. En este caso, sin tregua, ya que, a cada paso que damos vamos tomando altura, sin existir repechos ni llanos.

Avanzamos por la ladera oeste, la española, lo que proporciona unas vistas increíbles hacia el bosque de Irati. Recordaba esta ladera herbosa, pero para nada, la mancha de árboles de Irati.

A cada paso que damos, ganamos altitud y el bosque gana en extensión.

Bajo la pirámide cimera, un collado nos obliga a cambia de ladera y tras un corto tramo de arista alcanzamos la cima.

Luz, espacio infinito y miles de montañas en la distancia. En el lado francés, las nubes aún no se han desprendido de las praderías. Pero entre ellas, vislumbramos como la carretera que desciende del puerto de Larrau se precipita hacia las profundidades de los valles.

-Y si bajamos hasta Larrau???
-Vamos!!!!!