Las Pintas y el Gilbo desde la cima de los Jaidos. |
1/05/2009
El día que me alcé sobre la cumbre oeste de los Jaidos pensé que había que buscar la manera de subir a Las Pintas desde el estrecho que se forma entre esa montaña y el Gilbo.
Y la única manera posible era llegando hasta ese punto a remo.
Un duatlón, paleando desde la zona recreativa que hay antes de llegar a Horcadas, hasta el punto donde la arista este de Peñas Pintas desaparece bajo las aguas del embalse y desde ese punto, un ascenso buscando el camino que permita llegar a cima.
La travesía por la arista entre las dos cimas de Peñas Pintas, resultó un recorrido sin dificultad y con excelentes vistas hacia las montañas vecinas.
El descenso por la ruta más normal, buscando, en la base de la montañas, el camino que me lleve hasta mi embarcación.
Una actividad diferente (a mejorar en cuanto a la embarcación) para cambiar el rol de montañero, de mover nuevos grupos musculares y de tener nuevos puntos de vista de las montañas. En definitiva de "Marear la Perdiz".
La travesía por la arista entre las dos cimas de Peñas Pintas, resultó un recorrido sin dificultad y con excelentes vistas hacia las montañas vecinas.
El descenso por la ruta más normal, buscando, en la base de la montañas, el camino que me lleve hasta mi embarcación.
Una actividad diferente (a mejorar en cuanto a la embarcación) para cambiar el rol de montañero, de mover nuevos grupos musculares y de tener nuevos puntos de vista de las montañas. En definitiva de "Marear la Perdiz".
Las Pintas desde Crémenes.
Esta noche ha nevado en las cimas.
De nuevo Las Pintas, pero esta vez desde la zona recreativa de Horcadas.
Mi embarcación. Demasiado expuesta a las olas.
Ya en el agua. Al frente el macizo de los Jaidos.
El Gilbo.
Ganando altura (con rapidez).
La espectacular arista del Gilbo.
Con el zoom a tope.
Con el Espigüete al fondo.
La canal por la que llego a la cima.
El valle del Esla.
Valle de Anciles y la cuerda de peña Cabeza.
Cima oriental de Las Pintas.
La arista entre las dos cimas.
La espectacularidad de Peña Llerenes desaparece desde este punto. En primer plano la doble cima de la Llerenes, que ciertamente aparenta una mesa.
Cima principal.
Al fondo el Espigüete y la larga arista que une el Murcia con Peña Prieta.
En el descenso, un bucólico rincón donde poder comerse el bocata, con el Peñaverada cerrando el cuadro.
Ahora toca descalzarse las botas y tomar la pala. Un viaje placentero sobre unas aguas calmadas. (Otra cosa muy diferente hubiera sido encontrar viento y olas).
Bonito paseo te marcaste, alguna vez hice algo parecido también con el kayak saliendo desde Vallarqué hacia el Valle de Anciles a la cara norte de las Pintas a la Collada de Salamón otro paseo recomendable.
ResponderEliminarQué buenos recuerdos me traen tus imágenes, mi pueblo materno Huelde sobre el que pasaste con el kayak...
La cuevona donde sesteaban las ovejas, el grajero que dejaste al lado en tu ascenso... y esas estupendas vistas desde la cima que tantas veces he disfrutado...
muy chulo
un saludo
He paleado un par de veces por el valle de Anciles, camino de la Llerenes y en la segunda ocasión, cuando ascendí a la peña Cabeza. Parajes atrayentes sobre por la soledad, y claro por el paisaje. Desde las proximidades de la peña Cabeza el cruasán de montañas que forman el Gilbo, Las Pintas y la Llerenes, es impresionante. Si le añades el agua del embalse, lo tienes todo. (Por julio del 2013 tengo el reportaje)
ResponderEliminarNo conocía el término "grajero", lástima no conocer de su existencia, para haberlo visto.
Saludos