Mareando la perdiz: Las Puentes de Malpaso

4/01/2020

Volvemos a el Bierzo, la comarca maravillosa que brilla con luz propia y que guarda rincones tan distintos que la hace única.

Nos acercamos a Molinaseca y recorremos su desierta calle Real abrigados a tope para aguantar los cuatro bajo cero con los que nos recibe.

Las Puentes de Malpaso un recorrido donde la historia de sus puentes se mezcla con la de Manuel Girón Bazán, guerrillero antifranquista que caída la resistencia republicana en la zona no dudó en echarse al monte en espera del reagrupamiento para el ataque final.

No sabía Girón que sus 15 años de vida en el monte terminarían convirtiéndole en una leyenda, cuyos golpes de mano contra la Guardia Civil se susurraban cada noche junto al fuego, hasta que un compañero (José Rodríguez Cañueto, infiltrado por la Guardia Civil) aprovechó la separación de su cuadrilla, un 2 de Mayo de 1951 descerrajó un tiro en la cabeza de Girón cuando descansaban en una cueva próxima a la Puente Grande, uno de los dos hermosos puentes levantados durante la dominación romana para unir la Vía Augusta, a través de Lombillo, Valdueza y Ferradillo, con las explotaciones auríferas de Las Médulas.

La ruta de las Puentes de Malpaso, cuyo nombre deriva de que pons, pontis era femenino en latín, arranca junto a la iglesia de San Nicolás para ir remontando el estrecho y espectacular barranco del río Meruelo hasta alcanzar las Puentes de Malpaso, la Puente Pequeño primeo, que se alza sobre las aguas del arroyo Pequeño y la Puente Grande, ya sobre las aguas del arroyo Meruelo.

Hasta ahora, en el barranco del Meruelo, el bosque predominante que nos acompaña y que le da verdor es la encina. En la Puente Grande dejamos atrás el río Meruelo y caminamos paralelos junto al arroyo de Presas, por una cuenca más amplia, donde el roble gana la mano a la encina y donde los castaños comienzan a llamar nuestra atención.

Riego de Ambros es el final de la ruta de "Las Puentes de Malpaso", pero Riego de Ambros es parte de El Camino (de Santiago) y por el descenderemos, entre sotos de castaños, robledal y de nuevo encinar hasta nuestro inicio de ruta: Molinaseca.