Mareando la perdiz: Turrunteira & Teso Mular

Pirámide cimera del Teso Mular

4/05/2018
Parto muy de mañana hacia el valle de Fornela, profundo valle rodeado de viejas montañas con alturas cercanas a los dos mil metros y cuyas vegas son regadas por el río Cúa.

Situado en el Bierzo y a su vez en los Ancares Leoneses, el valle de Fornela se encuentra incluido dentro de la Reserva Natural de la Sierra de Ancares.

Muchos kilómetros para una jornada de monte, pero cuando entro en el valle y vislumbro lo que voy a encontrarme por las alturas, doy por bien empleadas las dos horas de coche.

Paro en Guímara, final de carretera e inicio de la subida hacia el puerto de Cienfuegos. Una mañana radiante, sin rastro de nubes o nieblas que puedan estropear el día.

A la salida del pueblo, a punto de coger el camino, que paralelo al arroyo Cabreiro, asciende hacia la laguna de Guímara, tropiezo con un vecino madrugador que esta sacando su coche.

-Qué, hacia el monte?
-Si! hacia la laguna de Guimara.
-Y conoces la zona?
-No.
-Pues te perderás!!!

Con esas guisas comienzo la ascensión, entre abedulares, frutales y corros de robles por un camino empedrado que denota la importancia de este camino en tiempos pasados.

Ascendiendo con rapidez, hasta que en una revuelta del camino aparece la nieve entre un bosque de abedules. Pienso que será una pequeña zona, donde el sol no ha podido entrar y en la que aún perdura la nieve. Pero el manto, con espesor de más de un metro, aparece continuo hasta la cima.

Aparte del esfuerzo extra (aunque la nieve mantenía una buena consistencia), el camino desaparecido bajo la nieve me recordaba lo dicho por el vecino de Guímara: "te vas a perder".

Salgo del abedular y alcanzo el circo donde se sitúa la laguna de Guímara que hoy se encuentra oculta por la nieve. Mi primera cima -el Turrunteira- ya esta próximo, un último apretón y alcanzo el punto más alto.

Al oeste las principales cimas de Ancares: Miravalles, Cuiña,...., hacia el sur, las cumbre que cierran el valle de Fornela: Peña Portillina, Tabillón, Alto del Carballín y el Botete (todas ellas desconocidas para mi), y hacia el este la línea de cumbres que pretendo recorrer: Fas, Alto de la Camposa y Teso Mular (siempre y cuando no me pierda, como me aseguraba el vecino de Guímara).

Cuando alcanzas la primera cima de una arista, sabes que lo peor ya esta pasado. Por ello, decido parar en esta cima y disfrutar de las espléndidas vistas.

Pero es preciso continuar, antes que el cuerpo se enfríe y las articulaciones se agarroten.

Comienza el subeybaja de las cumbreras, aportando diferente vistas de los valles leoneses y asturianos. Y en especial al paso del Alto de la Camposa, del Castro astur de Chano, en la lejanía y a vista de pájaro.

El Teso Mular se me antoja como la montaña con mejores formas; triangular, como la dibujaría un niño y con lagos en su base (lagunas de Tablao).

Desde esta cima las montañas del Alto Sil se perfilan con mayor nitidez y puedo ir identificando algunas de su cimas emblemáticas como el Miro de Tejedo, o el de Valdeprado.

Para el descenso un nuevo valle, el que recoge las aguas del arroyo Couso, por el camino que une el refugio de Chano con el propio pueblo de Chano.

En Chano podría estar esperándome la bici para recorrer el trayecto por carretera hasta Guímara, pero son apenas tres kilómetros con una parada obligada en el Castro de Chano, por lo que no vale la pena la logística (sobre todo pensando que no iba a llegar a este punto según afirmó el vecino de Guímara).

PD.- Quiero agradecer a mi amigo Victor (Pindio pindio) el track de esta ruta, sin el cual, a buen seguro, aún estaría dando vueltas por la zona.