6/01/2017
Pio Font Quer en su "Discórides renovado" nos cuenta que el alcornoque (Quercus suber L.) cuyo nombre castellano deriva de quercus con el artículo árabe al, se llama suro en catalán, y en el Mediodía francés subé, subera, suberu, suriu, suaru, todas ellas derivan no ya de quercus, sino del latín suber, como las voces portuguesas sobreiro, sovereiro, sobreira y sobro, así como la leonesa sufreiro.
Zofreral es uno de los múltiples nombres que se les da, en las comarcas del Bierzo y la Cabrera, a los bosques de alcornoques.
Zufreiros de Cabañas Raras, Cobrana-San Roman de Bembibre y Carucedo, alcornocales que son pequeñas manchas, diseminadas entre encinares, rebollares y sotos de castaño que denotan una extensión mayor en épocas pasadas. Árboles cuyas principales poblaciones se concentran en el suroeste de España (Andalucía Occidental y Extremadura) y Noreste de Cataluña (Gerona) y donde algunos autores sostienen que los alcornoques leoneses son árboles que dan continuidad a los de la provincia de Orense y aprovechan el "clima mediterráneo"que puede "fluir" a través de las cuencas de los ríos Sil y Cabrera, que actúan suavizando las temperaturas.
La importancia del alcornoque radica en su gruesa corteza, el corcho, materia prima fundamental para la elaboración de tapones (antiguamente para útiles de pesca, colmenas y aislantes sonoros y térmicos). Pero bien es cierto, que el árbol del corcho fue sustituido en las tierras Bercianas por el cultivo del castaño, al ser, fuente principal de alimento.
La sociedad del bienestar ha llevado a los vecinos de Cobrana a diseñar y señalizar dos rutas senderistas que recorren parte de los alcornocales (zofreiros) situados en las proximidades del pueblo.
Elegimos un día despejado, pero de bajas temperaturas que no nos permite quitarnos el anorak, si bien es cierto, que este mismo día, media España estaba siendo cubierta por la nieve.
Por supuesto que elegiríamos el recorrido largo. Un camino perfectamente balizado desde el mismo pueblo, nos lleva por diversas manchas de alcornoques. Y entre los distintos grupos, recorreremos sotos de castaños, encinares e incluso pinares.
Las últimas hojas de los castaños fueron barridas hace bastante tiempo, y es ahora sin esta cubierta, cuando podemos disfrutar y ver, la majestuosidad de los alcornoques que no pierden su hojas, así como de la gran cantidad de madroños, que con sus frutos rojos, dan una pincelada de color al entorno.
Aproximadamente a mitad del recorrido, el camino se encabrita y comienza a subir en busca de un mirador. En ese punto es donde encontramos los alcornoques de mayor porte, así como la mayor concentración de madroños.
A vista de pájaro vemos Cobrana y algo más alejado Bembibre y el embalse de Bárcena. Los Montes Aquilanos se nos muestran velados por las nubes que se aferran a sus cimas.
A partir de aquí todo es descenso. El camino se estira, haciendo largas curvas, con el fin de que podamos disfrutar de otro zofreral y otro soto de castaños, antes de alcanzar un viejo lavadero que ha sido restaurado.
Poco resta para entrar en Cobrana, que abandonamos a primera hora de la mañana por su zona sur y ahora le entramos por el norte.
Cobrana se encuentra al oeste de León a 110 kilómetros por la N-VI. Después de pasar Bembibre y antes de llegar a Ponferrada, es preciso tomar la desviación a Congosto y desde este seguir seis kilómetros hasta llegar a Cobrana.
Cobrana. Las edificaciones de las foto apenas tienen que ver con las construcciones actuales del pueblo.
Panel informativo de la ruta. Todo el recorrido se encuentra perfectamente señalizado y los tramos entre el bosque limpios de matorral. Es notable que la ruta se encuentre como el primer día y no sufra los efectos de la dejadez y abandono que existe en la mayoría de los senderos balizados.
Los Montes Aquilanos.
Soto de castaños a las afueras de Cobrana.
Los primeros alcornacales (el zofredal del Escobal)
Viñedos.
La pela o descorche del alcornoque se suele hacer al principio del verano, en rotaciones que van de 8 a 12 años, teniendo cuidado de no dañar la corteza interna, la encargada de la regeneración y sin la cual moriría.
Un gran ejemplar de alcornoque nos sirve para recordar las características de estos árboles: Tronco grueso, especialmente en los viejos ejemplares aislados que resentan una copa muy amplia, casi hemisférica u con ramas tortuosas.
Hojas aovaladas con dientes poco profundos.
Los alcornoques se dan en suelos desprovistos de cal y en climas suavizados por la influencia del mar, algo húmedos y sin fuertes heladas.
El sendero del Zofreral de Cobrana es un recorrido que une varios corros de alcornoques que existen por los alrededores del pueblo. Una distancia de unos 10 km con algo más de 300 mts de desnivel para el recorrido largo y 3,2 km y 135 mts para el corto.
Bembibre.
Al paso por un pinar.
Camino del mirador de Peña Redonda.
Es en esta zona encontramos la mayor concentración de madroñeras, que aún conservan sus frutos.
Relajados al sol.
En el zofredal de arriba con los ejemplares de mayor porte.
Cobrana.
Embalse de Bárcena.
Mirador de Peña Redonda. Una zona habilitada con mesas y bancos en el espacio de lo que debió de ser una cantera.
De nuevo entre castaños antes de entrar en Cobrana.
Muy interesante información.
ResponderEliminarMe ha encantado el reportaje. Texto y fotos.
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