Oriundos de China, Japón y Siberia, e introducidos en diversos punto de Europa, entre ellos Inglaterra, donde ahora se estima que hay unos 7.000 individuos.
Nos acercamos a verles al Dart. Les descubrimos hace mes y medio, entre los árboles, separándose a nuestro paso y volviendo a ocupar sus posiciones una vez les hemos superado.
En Asia, estas aves son consideradas portadoras de buena fortuna, amor y afecto conyugal, entregando a los novios una pareja como regalo principal de la boda.
Como una salida de Formula 1, todos atropellados, cruzándose y a todo gas.
Las plumas de los extremos de sus alas, de un naranja brillante, permanecen levantadas y separadas, asemejándose a los alerones de un Ferrari.
La hembra, más discreta, en tonos grisáceos y salpicados de motas blancas, presenta una línea alrededor del ojo que se prolonga hacia atrás.
Por el Dart.
Pero qué bonitos son!!!!!!!!!!! y que bien los habéis sacado!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarSaludos
Son bonitos y elegantes.
EliminarPor los alrededores suele haber reales, pero son muy independientes y no se mezclan.
Saludos.
Que fotos más espectaculares. Enhorabuena. Vi una hembra de mandarín en Puebla de Sanabria hace un mes; era la primera de mi vida, la identifiqué porque había visto una entrada vuestra y la recordé. Me hizo mucha ilusión.Un saludo.
ResponderEliminarLeí tu reportaje de la observación de la hembra de mandarín.
EliminarNosotros nunca habíamos visto ninguno, a parte de los de los parques. El primer día que les vimos, al atardecer, alucinamos. Ese día vimos unos cuarenta.
Saludos.