Esta mañana nos hemos acercado de nuevo a Paignton, a pasear por la costa, donde nos encontramos con esta equilibrista.
Conocíamos la facilidad de las aves en asirse a las ramas y a pequeños objetos, gracias a los músculos flexores que tensan el tendón de los dedos.
Pero esta grácil gaviota reidora, se sujeta en equilibrio como el mejor funambulista.
La sorpresa ha sido encontrarnos con un grupo de ostreros al final de la playa.
Las curiosas casetas de baño.
Muy cerca un grupo de vuelvepiedras revolotea muy cerca de nosotros.
Una panorámica de la playa
La hora del lunch nos sorprende en Brixham, otra población muy marinera.
Martín,
Un joven de gaviota argéntea
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