Pepa y Javier a punto de alcanzar la cima del Gilbo.
El cueto Cabrón desde la cima del Gilbo.
Cuelgo el teléfono pero no me queda claro si vamos al monte o a tomar vinos. A las 9:30 pasan a recogerme Javier y Pepa. Menudas horas para salir al monte!!!!!!!
Acostumbrados a las salidas vespertinas, este horario parece apropiado para el plan que nos propone Ángel Javier: el Gilbo y el cueto Cabrón.
Dos montañas con aspecto agresivo, que se yerguen sobre las aguas del embalse de Riaño.
Unos balcones sin igual sobre el valle inundado de Anciles, o el formado entre las Pintas y el Gilbo, que en estas fechas, con un embalse repleto, asemejan a los fiordos noruegos.
La ascensión al Gilbo nos permite disfrutar de su arista y de las vistas. La del cueto Cabrón, no aporta a mayores mejores vistas que la de su hermano mayor. Lo hacemos tal vez por la llamada “pasión por la cumbre” de una cima poco ascendida. Pero alcanzar la cara más humana de esta cima (la arista norte) nos obliga a un recorrido por los márgenes del embalse y en nuestro caso que la afrontaremos al descenso del Gilbo, a cruzar el hayedo de La Viesca, por senderos ya casi perdidos.
Antes de cruzar el puente, que nos lleva al nuevo Riaño, tomamos un camino que bordea el embalse. Hoy engullido por las aguas, nos obliga a tomar estrechas sendas de animales. Entramos en el valle Vallarqué y lo ascendemos para desembocar en la ladera sur del Gilbo, que ascendemos hasta alcanzar la arista. Sin dificultades y disfrutando de sus extensas vistas alcanzamos la cima.
El cueto Cabrón desde este punto se nos muestra como un monolito cuyas canales resultan difícilmente accesibles. Descendemos, siguiendo la arista hasta meternos de lleno en el hayedo de La Viesca. Hemos de llegar hasta los cantiles que se precipitan del Cueto al embalse.
Lo traspasamos bordeando un llamativo dedo entre un pindio bosque y por fin alcanzamos las canales que nos conducen a la segunda cima del día.
En el blog de Ángel Javier se cuenta esta misma ruta pero con más detalles.
En mi albúm de Picasa, más fotos
Puente de acceso al Nuevo Riaño.
A nuestras espaldas la inconfundible silueta del Espigüete.
El Yordas
De nuevo el Yordas, con el valle de Tendeña separando el macizo de peña Collada.
Verde, todo esta verde.
El valle de Vallarqué, por el que ascenderemos en busca del Gilbo.
Antes de alcanzar el collado atravesamos el primer hayedo del día.
Una mirada atrás. Vamos tomando altura.
El macizo de los Jaidos.
El ascenso hacia la arista.
Hemos alcanzado la arista, vistas hacia el valle de Anciles.
Continuamos por esta.
Una panorámica: Las Pintas, Llerenes, peña Collada, Yordas.
Final de la arista.
Y la primera visión del cueto Cabrón.
Un monolito poco humano por esta cara.
CIMA!!!!
La arista que hemos recorrido.
Descendiendo por la arista noreste.
Según descendemos el cueto Cabrón nos muestra una cara bastante mas humana.
La Viesca.
Hemos descendido hasta la orilla del embalse. Ahora vamos a encontrarnos con el muro que desciende del Cueto.
Restos de la antigua mina de arsénico.
Ahora todo para arriba.
Momento en el que bordeamos el "dedo" para ascender por la vertiente opuesta.
Más hayedo. En este caso muy pindio.
El collado del "dedo"
Javier busca la canal menos compleja.
Vamos saltando de una canal a otra, hasta que alcanzamos la de la izquierda, la cual resulta ser la más sencilla y por la que descenderemos.
A punto de alcanzar la cima, encontramos este tejo.
De nuevo vistas al valle de Anciles.
Últimas trepadas.
CIMA del cueto Cabrón.
El hito de piedras que vimos desde la cima del Gilbo.
La cima del Gilbo nos resta vistas hacia el sur.
konico
Hay que descender.
Las cimas del Gilbo y el cueto Cabrón.
Después de 8 horas de pateada alcanzamos el coche.
Qué bueno!!...Me gustan tus reportajes,...buena literatura y además salgo en las fotos. Las panorámicas cada vez mejor. Un abrazo desde Sintra
ResponderEliminarSeguro que por Sintra hace mejor tiempo que por aquí.
EliminarNos vemos.
Saludos
Soy Pepa, q. agujetas..!!!
ResponderEliminarPues anda que yo!!!!!
EliminarSaludos Pepita.
estupendo reportaje y buenas fotos
ResponderEliminarHombre Javi, cuánto tiempo!!!!
EliminarNo sabemos nada de ti.
Saludos
si señor como dice Javi las panorámicas de escándalo. eso si eso de al hacerse una foto monográfica tapara a la mujer del grupo está muy feo, jajajaja
ResponderEliminarsaludos
Pero si sale en muchas!!!!!!! y para una que me autofoto.....
EliminarSaludos
Qué buenas fotos, son soberbias, algunas de las panorámicas tienen una textura visual de lo más artístico, otras son en sí mismas pura narración espacio-temporal, geografía sublimada, naturaleza traducida... El encuadre del fotógrafo saber captar la supra-realidad que la realidad oculta al ojo humano. La dimensión temporal del instante siempre es vertiginosamente lenta para nuestro acelerada y nerviosa percepción.
ResponderEliminarAparte de "cabrón" al macho montés también se le denominaba por la zona como "mueyo" o "mueño". Su extinción debió de ocurrir en torno a los años cuarenta del pasado siglo XX. La Guerra Civil significó el fin para los últimos ejemplares autóctonos del macho montés cantábrico.
Excelente la foto del tejo, que en un primer vistazo pasa más por enebro que por tejo: el tono grisáceo de la madera, la verdura clara del ramaje, todo ello induce a pensar al ver la foto en una sabina, pero viendo con más detenimiento la foto ampliada sí que se ve que es tejo. A simple vista le calculo entre siete y ocho metros de altura, estimando un diámetro de tronco de unos ochenta centímetros.
Enhorabuena por localizarlo. Si alguna vez me puedo acercar al Cueto Cabrón intentaré subir a hacerle una foto.
"Allá arriba en la mi braña // viose un tejo relucir. // Nadie con el tejo daba,// pero yo con el tejo di"
Saludos,
Carlos
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