9/02/2020
La vuelta al Campriondo se podría considerar como una clásica entre nuestras salidas.
Un recorrido que se amolda perfectamente para la practica de la marcha con bastones (mejor en días con menor humedad, para no tener que ir saltando los charcos).
Ocejo de la Peña, incrustado y rodeado por montas, se despierta de otra larga noche de invierno cuando aparcamos nuestro coche junto a su fuente.
De ese punto parte el camino que irá prolongándose con otros, para voltear al Campriondo, la cima que vela los sueños de los vecinos de Ocejo y que aristea de forma espectacular desde el Pontón (el estrecho paso rocoso) hasta su cima y que es visible desde el mismo pueblo.
El paso del Pontón nos meterá en la ladera este, para ir ascendiendo hacia el collado del Ferreras, donde entramos en el mundo del robledal.
El mejor tramo para darle caña a los bastones, sin apenas desnivel y con un firme casi estupendo.
Otro cruce de caminos (el nuestro siempre a la derecha) nos hace trasponer otro collado y nos mete en el valle del arroyo Duerna, donde se asienta Ocejo.
Todo el camino es descenso hasta Ocejo, pero decidimos desviarnos (a la derecha) por un pequeño sendero en busca de las praderas donde se asentó la Ermita de Santa Marina, hoy en ruinas, pero cuyo lugar se nos antoja como espectacular.
Ocejo de la Peña y la larga y espectacular arista que desde el Pontón asciende hasta la cima.
Salimos de Ocejo, con el arroyo de la Duerna bramando a nuestra derecha.
El Pontón, el espectacular estrecho rocoso.
Increíble que el arroyo Duerna fuese capaz de romper esa muralla pétrea.
Pasado el Pontón el camino se bifurca. Nosotros cogemos el de la derecha, para remontar el valle, hacia el collado Ferreras.
Al frente la larga arista del Campriondo y tras ella la cima del Pico Cerroso.
Peña Rionda se estira para salir en la foto.
Collada Ferreras.
Nueva bifurcación. El nuestro es el de la derecha, el de la izquierda se encamina a Ferreras del Puerto.
Otra cima de la zona; Peña los Castros.
Ferreras del Puerto.
La pista discurre por la ladera este del Campriondo, por un espeso robledal.
Fuente.
Peñacorada, al sur de nuestra ruta.
Hemos traspuesto un collado en dirección oeste, que nos mete en el valle donde se asiente Ocejo.
Al fondo se vislumbra Ocejo de la Peña.
Nos desviamos de la ruta, buscando la ruinas de la Ermita de Sta. Marina.
Ruinas de la Ermita de Sta. Marina.
Situadas en un paraje increíble.
De nuevo en Ocejo de la Peña.
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