Marinerín

13/04/2019
Desde que Martín se volvió autónomo, nuestra actividad pajarera ha tenido un bajón tremendo.

Estábamos al corriente de los colimbos que pasaron el invierno por los embalses leoneses, sabíamos de algunas rarezas, o de algún ave curiosa que había llegado arrastrada por alguna corriente, pero siempre había otro lugar que requería más nuestra atención.

Hoy no quisimos dejar pasar que Marinerín, el Andarríos maculado (Actitis macularius) que descubrió José Alberto el año anterior y que este año volvió a pasar el invierno en el azud de Santa Marina del Rey, había cambiado su plumaje, luciendo sobre fondo blanco las típicas máculas negras que le dan nombre.

De mañana llegamos al azud de Santa Marina del Rey y lo primero que llama nuestra atención en un grupo de cinco espátulas que descansan junto a dos garcetas comunes. El paso ha comenzado, las aves vuelan a sus cuarteles de cría y durante unas horas (mientras descansan y se alimentan) podremos disfrutar de la visión de estas bellas aves.

Marinerín hizo acto de presencia permitiendo que le disfrutemos con su plumaje nupcial.

Y como final de jornada disfrutamos de la llegada de nuestros amigos José Alberto e Iker que se acercaron al igual que nosotros para saludar a Marinerín hasta el año que viene.

Lo que se ve al fondo no es un tocón, es la cabeza de una nutria en busca de peces.

Marinerín. Andarríos maculado (Actitis macularius)

Azud de Santa Marina del Rey