31/05/2016
La idea surgió de un reportaje de Cienfuegos, donde partiendo de Cuevas realizaba un ascenso por la canal de Melera, para alcanzar las alturas de peña Melera y Pico Pandos. En sus fotos desde la cima de esta última podía verse, aunque algo alejado, Peña Redonda y los valles del Fondil precipitándose hacia las foces del río Pino.
Sería el instinto, ese instinto autodestructivo o engrandecedor que me lleva en los últimos tiempo a empresas maratonianas, el que me llevó a diseñar una ruta que empalmase el recorrido de Cienfuegos con la ascensión a Peña Redonda. De aquellos días busque un compañero de aventuras entre el propio Cienfuegos y Xistras. Será este lunes, cuando este último me llame por la tarde a ver si podemos quedar para el día siguiente para hacer el recorrido.
Nos encontramos en el Pino, la población donde desemboca el río Pino y donde dejamos uno de nuestros coches. Con el otro continuamos hasta Cuevas.
La mañana estaba perezosa y le costaba deshacerse de las nieblas. Serán estas las que le brinden un mayor encanto al ascenso por la canal de Melera.
La canal de Melera por si sola ya merece una salida. Las nieblas y el verdor de las hojas nuevas de su hayas le confieren un aspecto de cuento de hadas.
Alcanzamos el collado de Pandos y alcanzamos la cima del mismo nombre.
Desde su cima, buenas vistas del valle de Felechosa, no así del Torres que permanece velado por un manto de nubes.
Los puertos de los Pandos en su día debieron de mantener mucho ganado. Hoy las escobas se van apoderando de sus laderas. Por ellos llegamos hasta la siguiente cima, pico Pandos. Una formación como la anterior, que nos ofrece como recompensa la vista de peña Redonda a lo lejos. La imagen que contemple en el reportaje de Cienfuegos.
Buen guía resulta Manuel para entroncar con el camín que asciende desde el Pino hasta la majada de Caniecha. Sin perder mucha altura, nos topamos con el camino empedrado que va a los prados donde se encuentra Caniecha. Las típicas majadas asturias donde los pastores descansarían y cuidaban de su ganado.
Y muy próxima la de Palmián, con su fuente y con la espectacular vista de peña Redonda.
Sin prisa, que ya son muchos metros de ascenso los que llevan nuestras piernas, alcanzamos la última cima por su ladera sur.
Como recompensa el bocata en su cima.
El descenso por la canal de los Agriles nos depara un pequeño sofocón por su inclinación y la blandura del terreno.
El valle del Fondil y las hoces del Pino se vuelven algo pesadas. Descenso continuo y mucho esfuerzo continuado.
Felechosa nos espera para terminar la jornada con una cerveza, antes de tomar cada uno su camino.
Las fotos en Google+ (pincha el enlace)
CIMA!!! de peña Melera
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