Un recorrido por el "sendero costero" hasta Dartmuoth. Pero con parada en la playa de Compass Cove, donde nos daremos un baño, en su pequeña y estrecha cala.
Las gramíneas han crecido y los campos parecen muy diferentes a cuando los vimos en invierno.
En la lejanía, en dirección contraria a la que seguimos, el saliente de Start Point.
Y en el horizonte de nuestra marcha The Tower. Todos son lugares conocidos.
Con el tele a tope, el faro de Start Point.
Y la amplia bahía donde desemboca el río Dart, el río que tanto hemos recorrido en nuestra estancia inglesa.
Marea alta. Algunas de las playas permanecen ocultas por el agua. A nuestra vuelta las veremos.
Atravesamos pequeños bosques.
Compass Cove. En marea alta la playa es muy estrecha, pero la disfrutamos en soledad. Aguas frías y cristalinas.
Final de trayecto en el castillo de Dartmouth.
Llama más nuestra atención el cementerio, que el museo del castillo.
Konico como se nota que llegó el verano.
Algunas calas solo tienen entrada desde el mar.
Donde fueres, haz lo que vieres.
No estamos en Roma, de momento no llevamos sombrilla. Pero hemos tomado el té, circulado por la izquierda (qué remedio), pedido disculpas educadamente cuando tropezamos con alguien, pagado los recibos en el post y todo un sinfín de protocolos y costumbres inglesas, que han sido la mar de llevaderas.
Que han servido para tener una idea, de cómo viven los habitantes del sur de Devon, así como de partir con nuestra vida lineal y darle una fractura interesante, distinta. Vivir la vida.
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