Alcatraces
Hace un año vimos alcatraces atlánticos por las costas de Doñana. Con su característico vuelo de aleteos rápidos, entremezclado con cortos planeos y haciendo trepidantes zambullidas.
Esa vez, al igual que en las playas de Santoña, se encontraban muy alejados. Imperceptibles a simple vista y como ligeros manchurrones con los prismáticos.
Hoy aprovechando el "weather bipolar" que estamos padeciendo, nos acercamos hasta Brixham pensando que el mal tiempo arrastraría las aves hacia la costa.
Últimos días para los colimbos que pronto iniciarán viaje hacia las zonas de cría.
Y entre colimbos, cormoranes y negrones (siempre como hongos en el telescopio), dos alcatraces se acercan a nuestro punto de observación.
Los "Cadillac del cielo" de las aves pelágicas. Rápidos y ejecutando quiebros, me hacen disparar infinidad de fotos en falso, movidas y desenfocadas.
Aún así, alguna salvamos, con mucho ruido.
Qué diferente de aquellos piqueros de patas azules (Sula nebouxii) que vimos por Galápagos, dónde una enfurecida hembra me atacó a traición, al pasar junto a su nido, dejándome como recuerdo un siete en la pantorrilla.
El impresionante carguero que lleva atracado más de una semana en la bahía de Torbay
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