Cormorán moñudo

Dentro del abanico de blogs que suelo leer, he visto esta semana por lo menos tres, que hablaban de las cámaras bridge de gran zoom.

Siempre me han resultado atrayentes este tipo de cámaras. Mi primera cámara fue una bridge (konica minolta Dimage A2) en la que valoré su visor digital de casi un millón de puntos.

Nuestras necesidades pajareras nos llevaron a comprar la que ahora tenemos, Canon SX50 HS, un pepino super compacto y ligero con una posibilidad de 24 aumentos ópticos.

Muy versátil, pero nada comparable con los mecanismos de enfoque y disparo de una réflex.

Como todo en esta vida, uno se amolda a lo que tiene. Y al igual que se adapta la espalda al sofá, las deficiencias de nuestra cámara son subsanadas en ciertos casos con la observación.

Esta mañana nos hemos acercado al puerto de Brixham, donde nos topamos con un cormorán moñudo que estaba buscando su comida.

Habíamos leído que estos (los moñudos) se zambullen con un salto más pronunciado que los cormoranes grandes.

Sacamos la cámara e intentamos captar ese momento.

El mecanismo de disparo es lento, lento. Cuando apretamos el disparador el cormorán ya esta en el fondo.

 
Había que anticiparse. Pero a qué?

 
En la siguiente se sale de imagen.

La observación nos marcó la pauta del ave.
Un mismo ritual. Según sale del agua, agita la cabeza para desprenderse del agua. Mira a la izquierda y a la derecha (posiblemente para ver que no hay un peligro cercano). Sitúa la cabeza en posición central, tira un poco del cuello hacia atrás y salta!!!!!

Nos vamos acercando..

 
algo más...

 
casi...

 
un poco más...

 
por poco...

 
Con esta nos damos por satisfechos. Aparte de que el moñudo ya quedó hasta el moño de repetir la escena.

Otra utilidad de las bridge, es que pueden hacer vídeos.