Mientras veo como la luz va pintando los colores de las casas me doy cuenta que hoy es un día lánguido. De cielos lechosos, en los que no sabes si lloverá o estará cubierto por la niebla.
Un día en el que el tiempo parece estancarse en una hora incierta y en ningún momento llegas a saber si estás de mañana o de tarde.
Decidimos acercarnos por los alrededores de Ashprington, en Tuckenhay, para conocer uno de los ramales que llevan agua al Dart: el Harbourne river.
Avanzamos viendo como desagua y va descubriendo las orillas, a la vez que multitud de aves aprovechan el periodo "entre aguas" para alimentarse.
Y cada jornada apreciamos como las hojas emigran de sus altas posiciones y muestran los esqueletos de sus portadores.
Tuckenhay
Al fondo el Harbourne river se convierte en el Dart.
Archibebes junto a una reidora.
Un nutrido grupo de aves.
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