Después de las buenas sensaciones de la semana anterior por el Campriondo, volvemos a la zona. Esta vez a la Riónda. Una tarde que promete pasarse por agua y desde Aleje, el pequeño pueblo cercano a Sabero.
Valles verdes, montañas nuevas para mi. Como los Moros o el pico Roscas. Y al alcanzar el collado, el valle del Cerroso o del Campriondo, un mundo de montañas, valles y bosques.
A la vera de la Rionda una joya botánica; el tejo de Borbonejo, un ejemplan inmenso de tejo que perdura solitario en este rincón olvidado.
Ante nosotros la Rionda, asemejándose a un barco volteado.
Y el tejo de Borbonejo, inmenso.
Pico Cerroso.
Konico en la cima, preparado con el equipo de agua.
En el centro el Campriondo, al fondo derecha, Peñacorada.
Ese pináculo es la cima del pico Roscas.
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