Carande - Salio, el clásico del otoño

 

27/10/2020

El bramido de los ciervos marca el inicio del otoño.

Las tardes vienen acortándose inexorablemente desde mediados del verano, pero cuando los sonidos de los señores del bosque se propagan por este, sabemos que el frío y la oscuridad están a la vuelta de la esquina.

Es tiempo de otoño, momento para empaparse con los colores y olores del bosque.

Para ello, una vez liberados de nuestro confinamiento perimetral, nos acercamos hasta Carande con el propósito de hacer nuestra clásica del otoño.

Han pasado unos cuantos años desde aquel junio del 2012, cuando nos acercamos con timidez y desconfianza hasta la collada de Henar en busca del sendero que nos llevara hasta las praderías de Salio a través de la Valleja Oscura.

El tiempo ha pasado dejando su huella, para nosotros y para el bosque. La Gran Haya de Henar, el soberbio ejemplar próximo a la Valleja Oscura que siempre fue nuestra referencia, ha quebrado uno de sus brazos (la Gran Haya de Henar mas que un gran árbol es un haya múltiple, de varios troncos, uno de los cuales se ha quebrado por su base).

Días atrás el bosque se mostraría más esplendoroso, con los colores propios de un caleidoscopio alocado, mientras que hoy, muchas de sus hojas tapizan el suelo y las que aún permanecen en los árboles son más ocres de lo que esperábamos, pero sabedores lo fácil que es perder la libertad, disfrutamos de cada momento, de cada paso y de cada rincón, incluso cuando la pertinaz lluvia se abate sobre nosotros.

La Valleja Oscura marca el final del bosque y la salida hacia las praderías y hacia la luz.

El sendero se trasforma en la pista que asciende hacia las laderas del Canto de la Cerra y en su camino pasa por nuevas praderías y por un nuevo hayedo donde desde algún claro es posible ver el Espigüete en días despejados.  No siendo hoy el día apropiado, aceleramos el paso hacia Carande para resguardarnos de una nueva chaparrada.


Carande.

Saliendo de Carande por el camino del Canto de la Cerra.
Panorámica de Carande y las montañas de Riaño.
Internándonos en el hayedo.
Con menos color del que deseáramos. 

















Salimos del bosque y en el claro podemos ver los riscos que cierran la Valleja Oscura.




La Gran Haya de Henar

Retrospectiva, el haya de Henar antes de la rotura






Cabaña en ruinas cerca de la Valleja Oscura










Praderías de Salio.
Cueto de Valdecolina.
Refugio.








De vuelta hacia Carande

Carande.

2 comentarios:

  1. Joer, que orgasmo cromático. Me dan ganas de llorar por no poder salir a disfrutarlo.
    Un saludo

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    1. Este virus nos robó la primavera y parte del otoño (a vosotros las dos estaciones).
      Al menos de momento estamos bien y esperemos estarlo en lo sucesivo.
      No llores, tómate una sidrina!!!!
      Un saludo Caleyeru.

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