Despedida y cierre

Islotes y faro en las costa francesa (5-09-2013).

Casi  un año de aquel 5 de septiembre de 2013 cuando embarcamos en el ferry que nos trasportó a nuestra aventura inglesa.

Un año escolar para Martín en el King Edward VI Community College de Totnes.

Y durante ese año, un tiempo de nuevas experiencias para los tres. Vivencias y momentos que te llevan a comprender que casi nada, por no decir nada, de aquellas cosas que consideras necesarias, lo son realmente.


Durante la travesía Santander-Plymouth

Totnes fue nuestro lugar de aterrizaje. Una ciudad pequeña, coqueta, monumental, con un estilo de vida algo alternativa y un tanto "hipi".

La población donde se encuentra el college de Martín.

Pero la falta de oferta inmobiliaria nos obligó a fijar nuestra residencia definitiva a orillas de la costa, en Paignton.


Totnes
El río Dart a su paso por Totnes

Paignton ya fue nuestra ciudad hasta el final.

Abierta al mar, y a los frentes borrascosos que por él entran. Su amplia zona intermareal nos permitió largos paseos por sus playas, y sus tranquilas aguas, disfrutar de apacibles baños en los últimos meses.


Preston Sands
The Harbour


Paington Pier

Al poco de llegar, comenzamos un recorrido por los senderos y caminos de las poblaciones adyacentes. Un recorrido por el paisaje y por las distintas estaciones metereológicas. El otoño con la perdida paulatina de luz y con un abanico de tinturas cobres en sus bosques. El invierno de cielos abigarrados de algodonosas nubes y luces de alargadas sombras, resultó una época ideal para recorrer los senderos al borde del mar. La primavera, con los campos y jardines plagados de "capilotes" fue una explosión de alegría y el verano con horas y horas de luz y con el ajetreo de las aves en sus nidos llenos de polluelos.

Días distintos, nuevos, sorpresivos, donde cada detalle representaba una nueva meta y donde cada uno de esos momentos, se unirán a otros muchos momentos que darán como resultado nuestras vidas.


Otoño








Invierno



Ya nos hubiera gustado ver la nieve.


Lo que si pasamos fueron varias ciclogénesis





Primavera





Los bosques con hoja nueva.









Verano






Las aves

No cabe duda que la observación de aves fue la actividad reina de este periodo. Espoleados por Martín recorrimos estuarios, lagunas, ensenadas y espacios naturales, en busca de rarezas o para ver los grandes bandos de barnaclas.

Otra actividad que nos sirvió para darnos cuenta del paso de las estaciones al ritmo de los impulsos de las aves. Sol, viento, lluvia y caminatas, muchas caminatas.





Las barnaclas. Recuerdo la primera barnacla, en el río Dart. Aunque estaba bastante lejana, todos nos sentíamos muy excitados.

Y el ansar indio??? Ya fuera de colección o asilvestrado, fue alucinante verlo tan cerca.

Estar tan próximos y poder hacer primeros planos.

Y ver las evoluciones de aves marinas como los alcatraces, casi desde la puerta de casa.
Colimbo de Adams


King Edward VI Community College. Como su propio nombre indica, una comunidad educativa que reune a 1.700 jóvenes, entre los cuales Martín se encontró como pez en el agua desde un primer momento.

Con sus normas, con sus métodos, esta ciudad educativa aglutina y saca adelante la educación de los chicos de poblaciones colindantes a Totnes.
Con normas, pero con reconocimientos a aquellos estudiantes que han destacado en alguno de los campos premiados.
Entrega de premios, al más puro estilo inglés, con la presencia de una celebridad. En este caso de un héroe, Steve Cunninghan, deportista ciego de alto nivel y primer invidente que recorrió la isla pilotando una avioneta.

Nuestro Martín se cuela entre los premiados. Le entregan el galardón de mejor estudiante varón del Year 9 (segundo de la ESO).

Congratulations Martín






El vídeo de la entrega del premio de Martín.


De fósiles



Desde las playas de Goodrington comenzamos a caminar por los riscos que la bajamar deja al descubierto. Nuestro objetivo: encontrar los restos fósiles que se encuentran por la zona. 

Entre lo difícil que resulta, por lo fragmentado del terreno, y el "perosisepuedepasaralasiguientecala", olvidamos los fósiles y nos animamos a recorrer cala a cala, hasta darnos cuenta de que hemos llegado a la playa de Broad Sands.

Antes, en la pequeña caleta formada junto al promontorio rocoso de Armchair Rock, aprovechamos para darnos un baño en sus heladoras aguas.

La vuelta por el sendero costero, intentando disimular el agarrotamiento de los músculos y tendones, producto del gelido baño.



 Por Goodrington Sands.


 Una foto atrás, para reconocer el terreno.


  
 Al poco de llegar a Devon, un día tan nublado como el de hoy, nos preguntábamos, dónde van las nubes?
Ahora sabemos que no se van. Viven en Paignton.



 Cuando pensamos que la única opción era descalzarse, descubrimos el paso que nos permite continuar.



 Armchair Rock.
Un buen lugar para un baño.




La vuelta por el sendero costero.

Compass Cove


Un recorrido por el "sendero costero" hasta Dartmuoth. Pero con parada en la playa de Compass Cove, donde nos daremos un baño, en su pequeña y estrecha cala.


Las gramíneas han crecido y los campos parecen muy diferentes a cuando los vimos en invierno.

En la lejanía, en dirección contraria a la que seguimos, el saliente de Start Point.

Y en el horizonte de nuestra marcha The Tower. Todos son lugares conocidos.


Con el tele a tope, el faro de Start Point.

Y la amplia bahía donde desemboca el río Dart, el río que tanto hemos recorrido en nuestra estancia inglesa.


Marea alta. Algunas de las playas permanecen ocultas por el agua. A nuestra vuelta las veremos.





Atravesamos pequeños bosques.

Compass Cove. En marea alta la playa es muy estrecha, pero la disfrutamos en soledad. Aguas frías y cristalinas.

Final de trayecto en el castillo de Dartmouth.
Llama más nuestra atención el cementerio, que el museo del castillo.

Konico como se nota que llegó el verano.

Algunas calas solo tienen entrada desde el mar.

Donde fueres, haz lo que vieres.

Expresión proveniente del proverbio que se utilizaba en la antigua Roma, "cuándo estés en Roma, vive conforme a las costumbres romanas".

No estamos en Roma, de momento no llevamos sombrilla. Pero hemos tomado el té, circulado por la izquierda (qué remedio), pedido disculpas educadamente cuando tropezamos con alguien, pagado los recibos en el post y todo un sinfín de protocolos y costumbres inglesas, que han sido la mar de llevaderas.
Que han servido para tener una idea, de cómo viven los habitantes del sur de Devon, así como de partir con nuestra vida lineal y darle una fractura interesante, distinta. Vivir la vida.