Cueto Nidio desde Rioscuro

 

Cruz de cima en el Cueto Nidio

Tejo en los alrededores de Vilforcos


4/11/2020

Me quedé mirando las nubes que cubrían el cielo de donde un resquicio permitía salir un rayo de sol que incidía directamente sobre mi cara. Y allí, mirando las apabardas, tuve la sensación de que tenía línea directa con el centro del universo. Un universo desierto y hueco, que giraba sobre si mismo al igual que mi estómago, que en ese momento lanzaba señales ruidosas para que le diera de comer.

-JODER QUE HAMBRE !!!!!!!

Había llegado a la cima del Cueto Nidio y buscaba un lugar para huir del ruido de los compresores, que suministran electricidad a las antenas de telefonía, y de sus pestilentes tubos de escape.

La jornada montañera empezó en Rioscuro, donde se quedó el coche junto a la central eléctrica y donde un bonito puente que cruza el río Bayo da la entrada hacia las brañas de Vilforcos. Por una pista entre bosques de robles y abedules, asciendo sin descanso los algo más de 400 metros de desnivel que es preciso salvar en menos de cuatro kilómetros.

Cuando entro en Vilforcos las cabanas están bañadas por un tibio sol. No así los prados y la otra ladera del valle, donde un amable vecino, me ha dicho que es allí donde se encuentran los tejos que hay en las inmediaciones de la braña. Unas indicaciones precisas cuando el que las recibe conoce el lugar, pero no tanto cuando comienzo a deambular por los prados helados sin saber hacia donde tengo que ir.

Muchos tejos tiene que haber para que en poco tiempo me tope con una buena cantidad y algunos de gran porte. En un bosque de abedul (que se deja caminar, como me indicó el vecino) voy encontrando tejos y rodales de acebos entremezclados, hasta que decido parar y volver a mi camino hacia el Nidio.

La pista terminó en Vilforcos y ahora continuo por un sendero apenas dibujado (que pierdo en ocasiones), que atraviesa el paraje de Los Acebalones y que resulta ser un bosque de abedules.

Superado Los Acebalones, la cima se gana por una horrible pista que da servicio a las antenas de telefonía.

Busco un lugar donde sentarme a descansar, comer el bocata y hartarme con las espléndidas vistas que esta cima ofrece hacia el valle de Laciana, hacia muchas de las montañas del Alto Sil y hacia las más alejadas de Babia.

El descenso por la ladera norte, siguiendo una pequeña traza, -que cuando entras en las praderas desaparece- y que me obliga a prestar más atención de la que deseo al GPS.

Entre abedules, robles y nuevamente abedules (un tramo realmente agradable) hasta que doy sin saberlo con las ruinas del castro de La Muela, uno de los dos castros que se han encontrado en Laciana y son el fundamento del Centro de Interpretación de los Castros (cerrado a cal y canto).

 

La pirámide del Cueto Nidio desde los alrededores de El Villar de Santiago.



Por la pista que asciende a la braña de Vilforcos.
Braña de Vilforcos.















Braña Vilforcos y cima del Cueto Nidio.


Sendero por Los Acebalones
Praderías sobre Los Acebalones.


Vista aérea de la braña de Vilforcos.
Praderías de la braña de Cubacho.
Abedular de El Saigueral.
Panorámica.
Cima de Cueto Nidio.
Valle de Villablino.

Cueto Nidio.
Camino de descenso.




Por bosques de robles y abedules.


Rioscuro.
La panorámica con detalle.


No hay comentarios:

Publicar un comentario