Pico Cerroso y Peña Verde


Solo y con nieve no es un buen tándem para moverse por el monte. 

Añadiendo la niebla, tenemos trio perfecto para buscar un lugar donde tomarse un café (si hubiera a esas horas algún lugar abierto) y darse a continuación la vuelta para casa.

Pero ya aparcado en Remolina, decido caminar un rato por la pista que lleva al collado Levanto.

Un camino entre montañas que asciende en busca del paso natural del valle de Remolina hacia el valle donde se asiente Ocejo de la Peña y a su derecha (hacia el oeste) el pequeño macizo del Pico Cerroso.

Quizá sea demasiado pretencioso dar la denominación de macizo al Cerroso, siendo estas de altura tan modesta.

Son estas las montañas que descubrí hace unas semanas desde la cima de Peñaverada y algunas de las que hoy pretendo ascender.

Afortunadamente, la niebla se disipa antes de llegar al collado y un cielo límpido descubre el valle y unas montañas con un velo blanco reflejándose sobre un cielo azul intenso que me permite hacer un recorrido hacia la cima del Cerroso pasando por Peña Verde.


Paisaje fantasmagórico.
La niebla que parece retirarse.
Sobresaliendo de la niebla el pico Hato y Peñaverada.

Inicio de la arista que desde collado Levanto se prolonga hasta Pico Cerroso.
La pirámide de peña Verde.
Los Moros. A lo lejos, al igual que la vi desde Peñaverada, llamando la atención.

Desde peña Verde, al frente peña Blanca y al fondo los Jaidos.
Y el tramo de cuerda que aún he de caminar.

Cima del pico Cerroso.
Los Moros, la Rionda y pico Roscas.

La peña Cebedo, próxima a la cima donde me encuentro. 
Al fondo el Espiguete. Toda la arista recorrida.

Para la vuelta opto por descender en busca de los restos de una antigua mina. Desde ella, por pista hasta Remolina.

Peñacorada y el Campriondo. Por dónde se ascenderá esta cima?

Los Jaidos


Los Jaidos y Las Pintas

08/12/2007

Los Jaidos, el grupo de montañas al sur de las Salas. Un único nombre para dos cimas.

La mitología romana, el dios Jano, el de las dos caras, el del principio y el fin.

Las montañas al sur de Las Salas, donde se protegen de los vientos del norte por otro monte de dos cimas, Las Pintas.

Pero hoy no llego hasta Las Salas. Mi intención es ascender desde la cara sur, partiendo de Argovejo.

Por el camino de Condrobrín, pero sin meterme en el valle y ascendiendo por la arista de la loma que se acerca a los Jaidos.

Sin conocer si la arista que une las dos cimas es practicable, opto por la opción más básica y cansada; ascender por una canal a la primera cima, descender dicha canal (perdiendo mucha altura) y ascendiendo por otra canal a la segunda cima.


Amanece sobre Las Pintas.

Durante el ascenso. Al final de la pista que recorre la loma de la cara sur de los Jaidos, es visible el valle de Tejedo, escoltado por cimas como la Rionda, el pico Roscas o el Aguasalio.

Los Jaidos mucho más cerca.

Las sabinas, árbol típico de la zona que llega hasta casi la cima.

Impresionante la vista del Gilbo desde esta cima. Emergiendo como una dorsal desde las aguas del embalse.

Alejando el zoom una vista con Las Pintas.

Jaido occidental.

Las Salas.

La otra cima.

Otro grupo de montañas que pude recorrer hace pocos días: Hato, Peñaverada y Piedra del Agua.

Para la segunda cima, no hay fotos intermedias. Llueve y hace frío, por lo que decido subir sin muchas contemplaciones.

Jaido oriental.

Mirando hacia la cima gemela,
y hacia la línea de montes que se continua hacia las tierras de Remolina.

Pico Hato, Peñaverada y Piedra del Agua



18/11/2007
Volvía del Gildar, con Pepe León. Descendíamos de la presa del embalse hacia Las Salas, cuando le pregunto si conoce alguna de las montañas que se encuentran por la zona que tenemos al frente.

-No.
-Pues habrá que hacer una salida por la zona.

Una semana más tarde voy de camino hacia Horcadas. Mi intención es conocer un grupo de montañas que cierra valles hacia esa zona. Hato, Peñaverada y Piedra del Agua.

Cuando menos, han de ser un excelente mirador hacia el embalse de Riaño, a la vez que un buen punto para descubrir los montes y montañas que se agolpan por el sur del embalse y a la izquierda del río Esla.

 Parto de Horcadas,

 y remonto el estrecho valle por el que se descuelga el arroyo de Fuente de la Prada

 El día es frío, despejado y sin nieve. Ganando altura ya puedo ver las montañas de Riaño, muchas de ellas aún desconocidas. He pasado el paraje de las peñas del Diablo, un grupo de pirámides de formas caprichosas.

 Hacia el este, desperezándose dos de las montañas que hoy pretendo ascender, Piedra del Agua y Peñaverada.

 Al oeste, otro grupo de montañas; los Jaidos.

El triángulo de sombra, la cima del Hato, la primera cima de la mañana.

Buscando el camino más cómodo hacia Peñaverada.

Un grupo de montañas al sur. Hoy no puedo identificarlas, pero con el tiempo distinguiré todas y cada una de ellas al ir hollando sus cimas: Peñacorada, los Moros, Rionda, pico Cerroso, peña Verde y peña Blanca con su paredón calizo.

El canuto de Peñaverada.

El tramo de arista que me permite descender camino de la siguiente cima.

El valle por el que más tarde regresaré.


La cima de Piedra del Agua no tiene vistas. Es preciso acercarse hasta la cornisa que cae hacia el valle de Riaño donde si las hay.

Espigüete

La cima de Piedra del Agua, Peñaverada y los Jaidos.

La entrada hacia Foz Oscura, que me permite cerrar el circulo llegando a Horcadas.