BTT: cascada de Aguas Altas y pico Sanguinal


Cascada de Aguas Altas.
En la cima del pico Sanguinal
Tierra de pinares.

31/05/2018
Aprovecho que tengo las ruedas de la bici con aire para hacer una nueva salida con ella.

Y huyo de las aguas que barren estos días la montaña en forma de tormentas, buscando refugio en las tierras del sur. En las estribaciones de la Sierra del Teleno, la cadena montañosa que sirve de límite natural entre las comarcas de La Cabrera, la Maragateria y el Bierzo.

Unas previsiones más optimistas que las que tendré, me llevan hasta Tabuyo del Monte, población ligada por entero a las labores de pino.

Desembarco la bici bajo un cielo cuajado por un manto lechoso de nubes.

Y parto en busca de la cascada de Aguas Altas. Un escalón por el que el agua se despeña para salvar un desnivel de unos 25 metros, con un par de saltos entre 6 ó 7 metros de altura.
Pero antes de asomarme a la cascada, he de llegar a ella. Por un mar de foresta, navegando con mi bici por una red de pistas que ascienden sin interrupción hasta alcanzar la arista de la sierra que por estos lares, va perdiendo altitud (el Teleno alcanza en su cúspide los 2.183 metros, mientras que el collado próximo al pico Sanguinal se sitúa a 1.675 m.).

La niebla se encarga de dar a la jornada la pincelada de hora perpetua sin llegar a permitirme sentir el paso del tiempo, mientras pedaleo por nuevos valles, bordeando la cima del Sanguinal en sentido de las agujas del reloj hasta situarme en el Pinarín, donde dejaré la bici para continuar a pie por un cortafuegos que me conducirá hasta la entrada de la cascada de Aguas Altas.

Unos hitos me guían entre un caos de piedra hasta la base del salto. El agua se precipita con fuerza hacia una poza, en medio de espesa vegetación que apenas te permite el paso.

Desando el camino, el cortafuegos y recupero la bici. Ultima subida hasta el collado bajo la cumbre del pico Sanguinal. A partir de ese punto la pista se precipita sin descanso hasta Tabuyo del Monte, pero antes una pequeña incursión entre el matorral para acceder a la cima del Sanguinal. Las vistas se prometían amplias sobre la Maragatería y hacia el Teleno, pero hoy la niebla se encarga de reducirlas a lo inmediato.

Tomo asiento sobre la base del vértice y apoyo la espalda sobre el canuto. Los músculos se relajan, la mirada no encuentra ningún punto donde fijarse entre la niebla y desenfoca. Y me emborracho del silencio que me rodea, olvidándome de donde estoy, de la temperatura y del tiempo. Es el momento de disfrutar y dar sentido a todo este esfuerzo: easy-going.


Distancia recorrida: unos 30 km
Desnivel de subida : unos 1000 metros
Mapa del recorrido.
Tabuyo del Monte
Ermita de la Piedad, en el centro del pueblo.







Abandono Tabuyo por la carretera que va hacia Torneros de Jamuz hasta las instalaciones del centro forestal.
Los aviones vuelan muy bajo por esta zona, o la pista sube mucho.


Cruzo un pequeño bosque de robles que luce hoja nueva.








La pista asciende con decisión y rápidamente nos permite hacernos una idea de la inmensa mancha de arbolado que rodea a Tabuyo.




Supero un collado y entro en un nuevo valle. La niebla se aferra a las cimas.




El Pajarín. Los afloramientos de las cuarcitas sobresalen en este paraje desolado. 
Mirando el punto donde se sitúa la cascada de Aguas Altas en Iberpix, me preguntaba como podía podía haber allí un salto de agua. Ahora ya lo entiendo; la cuarcita ha sufrido un plegamiento produciendo un escalón que bloquea la salida natural de los arroyos que descienden por el valle. Con tiempo, el agua se abrió paso entre la cuarcita y hoy la vemos precipitarse por la cascada de Aguas Altas. En la foto la muralla que bloquea el paso al arroyo y donde se encuentra la cascada.
Superada la barrera, la vegetación nos indica por donde corre el agua.
Ya se ve la cascada.


Aguas Altas.








Arandanera.




El Pinarín. 
La cima del Sanguinal.


CIMA!!!!!
Topabajo.
Entre el embalse y Tabuyo la pista por la que desciendo.




Pino resinero (Pinus pinaster).






Iglesia del Cristo de Tabuyo, donde destaca su torre de 36 metros.


En la parte posterior de la iglesia encontramos una curiosa construcción que protege una fuente que nunca deja de manar y a la que se le dan propiedades casi milagrosas.