Merida


Teatro romano de Mérida
22-23/01/2019
Desde tiempos inmemoriales el hombre sintió la necesidad de colocar una piedra sobre otra para honrar a sus muertos, crear aldeas y ciudades donde vivir, reconocer méritos o señalizar caminos.

Pienso en dólmenes, mastabas, zigurats, pirámides, obeliscos, acueductos y me doy cuenta del derroche de esfuerzos físicos e ingenio necesario para levantar esas estructuras tan increíbles con los medios que disponian. 

Dentro de ese grupo de constructores, los ingenieros romanos hace más dos mil años perfeccionaron, inventaron y aplicaron con éxito técnicas constructivas, creando obras que impresionaron e impresionan a muchos arquitectos actuales y han perdurado hasta nuestros días en mejor estado que construcciones más recientes.

Hoy nos hemos acercado hasta Mérida, capital de Extremadura y antigua Augusta Emerita, para recorrer sus calles y conocer los tesoros que dejo la civilización romana.

Con paso tranquilo y relajado, cámara en ristre vamos recorriendo el viejo legado romano compaginándolo con el más cercano por estrechas calles con casas coloristas y comercios variopintos.

Cielos soleados para disfrute de espacios abiertos como el circo, el teatro o el anfiteatro. Espacios cerrados como el Museo Nacional de Arte Romano, o protegidos como la Alcazaba para refugiarnos de los vientos del frente polar y al final de la jornada agradables restaurantes donde arrimarse a paladear un plato de migas.

A golpe de click, la tarjeta de la cámara terminó por llenarse, al igual que finalizó nuestro tiempo por esta legendaria ciudad, quedando aún espacios en el mapa por visitar en tiempos futuros. 

De vuelta, mientras el coche devora kilómetros, surge la vieja frase que tanto utilizamos en nuestras salidas pajareras por tierras inglesas: lo mejor del viaje?

-Sin dudarlo el Teatro Romano.
-Y las migas?



Mérida, la antigua Augusta Emerita, declarada Patrimonio de la Humanidad, nos transporta a través de sus ruinas romanas a uno de los momentos más gloriosos de la antigua Hispania.


En el año 25 a. C. el emperador Octavio Augusto da la orden de fundar una nueva colonia a orillas del Guadiana: Augusta Emerita, la que sería en un futuro la principal ciudad romana del sudoeste peninsular.

Capital de la nueva provincia de Lusitania, se crea a partir de dos grandes vías, el Cardo Máximo, orientado de norte a sur, y el Decumano, de este a oeste. Y a partir de estas vías principales y rodeado de una muralla, surge una esplendorosa ciudad que gozará de las comodidades existentes en el momento, como calefacción y baños en algunas viviendas.  


Puente Romano de Mérida
Levantado al mismo tiempo que la colonia Augusta Emerita, obligados por la necesidad de cruzar el río Guadiana en su camino de la Vía de la Plata.

El puente más largo construido por los ingenieros romanos, hoy tiene una longitud de 790 metros y consta de 60 arcos.

Actualmente el puente es peatonal uniendo las inmediaciones de la Alcazaba con el Parque de la Isla y con el Parque de las Siete Sillas.






Desde la antigüedad los puentes fueron construidos sobre los ríos utilizando tableros sobre pilares, ya que la piedra apenas permitía una distancia entre soportes. Los ingenieros romanos supieron emplear con acierto el arco, creando elegantes arcadas que les permitiría salvar grandes ríos. 


Sobre pilastras cuadradas, núcleo de piedra y hormigón romano con el exterior compuesto de dovelas que descansan sobre las pilastras. Se complementa el conjunto con un tajamar circualr del lado de la corriente.

Los romanos aprovecharon la isla existente en el Guadiana para colocar parte de las arcadas del puente, donde en su origen se le colocó un tajamar (contrafuerte en forma de punta de lanza hacia la corriente).



El Tempo de Diana.
Uno de los edificios más antiguos de Mérida, ya que se levantó en los primeros años de la fundación de la colonia.

Augusta Emerita disponía de dos foros. El Foro Municipal como  todas las ciudades romanas y el Foro Provincial por ser capital de la provincia de Lusitania.

El Foro Municipal era un recinto en forma de plaza porticada donde se llevaba a cabo la vida pública de la ciudad, así como un punto de reunión, de culto en los diferentes templos y centro político y jurídico.

En su interior se encontraban varios templos siendo el Templo de Diana el principal, encontrándose en el centro del foro y elevado respecto a la plaza.




En el siglo XVI se construyó el Palacio del Conde los Corbos aprovechando las columnas del templo como estructura principal del edificio, lo que posiblemente ayudaría a conservarlo.





Pórtico del Foro.
A pocos metros del Templo de Diana, estos restos corresponderían con la esquina del Pórtico del Foro.

En sus muros había grandes hornacinas donde se exponían diferentes estatuas relacionadas con la familia imperial.

Teatro y anfiteatro.
Edificios dedicados al ocio cuya planificación y construcción se realizo casi al unisono.





Destinado a las luchas entre gladiadores, entre fieras o entre hombres y fieras, junto a las carreras en el circo fueron las actividades preferidas por el pueblo romano (sangre y sudor).
Con forma elíptica, un eje principal de 126 m y uno menor de 102 m, mientras que la arena mide 64 m por 41 m. 
En el centro de la arena un gran fosa en forma de cruz que se cubría por un entarimado en cuyo interior se guardaban las las jaulas de las fieras.​




Teatro


Los romanos preferían los espectáculos de gladiadores y las carreras en el circo antes que las representaciones teatrales, donde la autoridad lo utilizaba para propaganda de ella misma.

Sentado en lo más alto, me retrotraigo algo más de cien años cuando todo el teatro permanecía enterrado bajo toneladas de tierra y escombros.

El puente romano de Mérida comunica el parque de la Isla con el parque de las Siete Sillas, que hace referencia a siete prominencias que se encontraban, a comienzos del siglo XX, en el espacio donde hoy vemos el teatro de Mérida y donde en aquellos días era un erial tras siglos de abandono (Las excavaciones del teatro comenzaron en 1910). Las siete promiencias (Las Siete Sillas) resultaron ser partes del graderío superior.


Detalle del arco de una entrada

Un arco se compone de dovelas, que son las piezas en forma de quesitos que le da su curvatura y que una vez encajadas no pueden moverse.

Un arco solo se sostiene cuando está completo y para poder construirlo se precisa de la cimbra, una estructura de madera con forma de medio círculo, sobre las que se montan las dovelas desde los laterales hacia el interior.

El arco estará finalizado cuando se coloca la pieza central (clave).

Cuando el cristianismo se convirtió en la religión exclusiva del Imperio Romano, el teatro fue abandonado y demolido parcialmente al considerarse inmorales las representaciones teatrales.












A veces me pregunto el secreto de las construcciones romanas para que sus edificios consiguieran perdurar en el tiempo.

Siempre que podían los romanos elaboraban su hormigón utilizando cenizas volcánicas, lo que generaba que no siendo tan fuerte como el hormigón actual, si resistía mejor el paso del tiempo .

Las construcciones de Augusta Emerita no dispondrían de dichas cenizas volcánicas que se recogían en las laderas del Vesubio, al estar muy alejadas de este. En cambio la dejadez y el abandono en forma de escombros serían el protector que guardaría hasta nuestros tiempos dichas construcciones.




Circo Romano.
Por su tamaño se situó fuera de las murallas.
Es un recinto para carreras de carros. 
Con más de 400 metros de longitud y unos 115  metros de ancho, tenía capacidad para unas 30.000 personas y fue uno de los más importantes del Imperio




Acueducto de San Lázaro.
Muy próximo al circo nos topamos con el acueducto de San Lázaro que recibe el nombre de una ermita dedicada a este santo y que fue derribada a mediados del siglo XX. Este acueducto traía aguas de manantiales y arroyos subterráneos ubicados al Norte de la ciudad salvando el valle del río Albarregas.




Acueducto de los Milagros
Plinio dijo: son las aguas las que hacen las ciudades.
Para los romanos el agua era un elemento de progreso y bienestar. El emplazamiento de una nueva ciudad se confirmaba cuando estaba claro que se podía llevar a ella el agua.
Robustos, pero elegantes pilares, en los que alternan hiladas de sillares de granito con otras hiladas de ladrillo.
El acueducto de los Milagros era la estructura encargada de suministrar agua al lado Oeste de la ciudad desde el embalse de Proserpina situado a unos 6 kilómetros de Emerita Augusta.
Como la conducción discurría siguiendo la curva de nivel para mantener una pendiente constante, la longitud total de esta llegó a tener algo mas de 10 kilómetros.

Los ingenieros romanos eran expertos en este tipo de construcciones y sabían que una pendiente escasa ocasionaba un escaso caudal y la acumulación de sedimentos que terminaban por obstruirlo, a la vez que una pendiente demasiado pronunciada daba lugar a velocidades en el agua muy agresivas que erosionaban y ponían en peligro la construcción.

El Acueducto de los Milagros tenía unos 850 metros de arcadas y una altura máxima de 25 metros, alcanzando más altura en la parte central, justo donde estaba situado el cauce del Albarregas.

















Un grupo de moritos sobrevolando la zona.
Se considera un milagro que los pilares se conservaran en pie, así el nombre con el que se conoce el acueducto


Arco de Trajano
Era la entrada al Foro Provincial y estaba situado justo sobre el trazado del Cardo Maximus de la ciudad.

Plaza de España.
De ella parten las principales calles comerciales de la ciudad, siguiendo lo que sería (más o menos) el Decumanus Maximus de la Augusta Emerita.















La Alcazaba.
Mérida fue conquistada por los musulmanes en el año 713.
La alcazaba fue construida por Abderramán II en el año 835 d. C. como bastión para controlar la ciudad, que desde el año 805 se había rebelado continuamente contra el dominio emiral.

El perímetro de la alcazaba es casi cuadrado, de unos 550 metros. 
Los muros, de unos 2,70 metros de grueso y 10 metros de altura, están fabricados en su mayoría con sillares de granito reaprovechados de obras romanas y visigodas.
La fortificación consiste en un recinto cuadrado de 130 metros de lado capaz de albergar un buen número de tropas
Vistas del Puente Romano desde las murallas de la Alcazaba.

En su interior hay un aljibe, que es una cisterna subterránea de agua filtrada desde el cercano río Guadiana a la que se accede por una doble escalera 




Pilastras reaprovechadas de algún edificio visigodo.





Casa del Mitreo.
Situada en las inmediaciones de la plaza de toros.
Se conoce con el nombre de Casa del Mitreo por su proximidad con los restos de un templo dedicado a Mitra. Se trata de una casa señorial, situada fuera del recinto amurallado, cerca de una calzada por la que se accedía al Cardo Maximus. Se construyó a finales del s.I ó comienzos del s.II, teniendo sus dependencias distribuidas en torno a tres patios que articulan la vida de la casa y le proporcionan luz y ventilación.



Está pavimentada con uno de los mosaicos más interesante aparecido en la ciudad: el Mosaico Cosmológico. En él se personifica la concepción del mundo y de las fuerzas de la naturaleza que lo gobiernan, junto con alguna actividad humana.



Museo Nacional de Arte Romano - MNAR
El remate para un intenso día.

La arquitectura romana y la contemporánea se funden en el MNAR. 
Dividido en tres plantas. En la planta baja podemos ver grandes esculturas. La primera contiene pequeñas piezas y elementos de la vida cotidiana en época romana. Y en la tercera planta encontramos una increíble colección de lápidas y mosaicos.










Retrato de Augusto.

Una de las piezas que el museo recomienda. Augusto velado (velo sobre la cabeza), primer emperador de Roma y fundador de Augusta Emérita.































El Cronos mitraico.

Una de las figuras que formaban parte del Mitreo emeritense, el santuario dedicado a un culto oriental.

Recreación de las pinturas murales y mosaico de una casa romana aparecida en una céntrica calle de Mérida.












Figuras y esculturas que adornaban el pórtico del foro municipal.
El mosaico de los Aurigas es uno de los de mayor tamaño encontrado en Merida.
Un edificio que respeta al máximo el yacimiento arqueológico que se descubrió cuando se emprendió la excavación previa a la construcción.
En el solar del museo se encontraron varias casas romanas. El MNAR se amoldó para permitir que esas construcciones salieran a la luz.