En la cima principal del Pico Jano |
6/10/2021
Sobre el collado de acceso a la cima me doy cuenta del por qué de su nombre.
Jano en la mitología romana era el dios de las puerta, de los cambios, de los pasos (por eso el primer mes del año se llama como se llama: Ianuarius - Janeiro - Janero - Enero) y era representado por dos caras mirando hacia extremos opuestos.
Un collado sobre el que se yerguen dos cimas de similar altura (1446 y 1431), pero que gracias al canuto de vértice geodésico, sabemos que la principal es la más sureña.
El descenso por la vertiente cántabra del puerto de San Glorio nos ha trasportado a un ambiente más atlántico, con sus hayedos y sus praderías alpinas, hasta que abandonada la carretera principal (en la población de La Vega) y sobrepasado Campollo, una estrecha cinta de asfalto nos ha metido de lleno en un paraje totalmente mediterráneo, donde las encinas se apoderan de sus laderas y las praderas han cambiado el verde refulgente por un amarillo tristón.
Maredes es una pequeña población de final de carretera y el punto de inicio de una ruta de las rutas que conducen hasta el Pico Jano.
Por un estrecho valle y más tarde entre un espléndido robledal -con ejemplares de gran porte-, hasta unas praderías de altura donde el ganado pace tranquilamente sin fijarse en las despatarrantes vistas que tienen hacia Picos y hacia el valle de Camaleño.
Una cuesta más, otro collado, otra cuesta, otro collado y las cimas del Pico Jano que se presentan como un balcón que mira por el norte hacia los Picos y por el sur hacia las Palentinas.
Jano, el dios de las dos caras; una representaría la decisión acertada (haber venido), y la otra opción incorrecta (no haber venido antes).
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