Vértice geodésico Cantolaparra |
24/01/2021
Intento buscar los desplomes hacia del valle de Fenar para que el vértice del Cantolaparra haga referencia al significado de su nombre como el tipo de formación geológica en la que una de sus caras presenta una pared muy vertical a diferencia de la otra que es una suave ladera.
Y es que desde la arista por la que avanzamos hacia la cima, vemos algunos de los pueblos que se asientan en el valle de Fenar, pero por mucho que lo deseemos la ladera que cae hacia ese valle es tan suave como por la que hemos ascendido desde Matueca.
Un recorrido, apoyados en nuestros bastones, partiendo de Matueca de Torío y entrando por el final del amplio valle de Vicedo, para colarnos al poco en otro bastante más estrecho, donde un sendero serpentea por un pinar que hoy, después de la nieve caída, aparece refulgente.
El valle del Torío continua sorprendiéndonos, con sus robledales, con la cantidad y variedad de sus valles trasversales y hasta con sus pinares de repoblación.
Salimos del bosque y continuamos ascendiendo por pistas y cortafuegos hasta ganar la arista que culmina en la cima del Cantolaparra.
En su cima no hay canto ni parras. Ni siquiera amplias vistas debido a los árboles que rodean el vértice. Tendremos que esperar al descenso si queremos tener buenas panorámicas hacia el Correcillas, pero el final del valle de San Andrés (por el descendemos) nos depara una nueva sorpresa: el encinar de Pardavé, la formidable mancha de encinas que se postula como el encinar de mayor entidad del valle del Torío.
Pardavé es el final del camino por monte. Lo que resta, hasta llegar a Matueca serán caminos e incluso un pequeño tramo de carretera, que nos permite cerrar el círculo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario