27/01/2021
En Truchas tomamos el desvío a la izquierda hacia Truchillas y abandonamos la compañía del río Eria al que hemos seguido desde que entramos en La Cabrera.
Un nuevo río, el Truchillas, que cruzamos por un estrecho puente antes de alcanzar la población de Truchillas, será el que ahora nos acompañe y el que a lo largo de la jornada remontaremos por su arroyo principal en busca de la laguna de Truchillas.
Estamos en La Cabrera, un territorio de lo más despoblado de León -y posiblemente de toda España-, donde la huella glaciar ha dejado su impronta en largos y profundos valles y en algunas cabeceras, lagunas de tal belleza y características que han recibido el título de Monumento Natural.
Conocimos la laguna de Truchillas en primavera hace unos años, pero os apetecía hacerlo en invierno, cuando una buena capa de hielo cubriera su superficie.
Aprovechando el buen tiempo pronosticado en la Sierra de La Cabrera, nos acercamos hasta Truchillas y después de avanzar algo más de un kilómetros encontramos el aparcamiento al inicio de la ruta.
Y toda una mañana para disfrutar de la grandiosidad de estos paisajes, que si bien no brillan por la espectacularidad de sus cimas, o de sus bosques, lo hacen por la inmensidad del valle glaciar por donde corren las aguas del río del Lago y por donde nosotros vamos ascendiendo primero por su cómoda pista, para continuar por un camino de cantos de cuarcita y cuando ya alcanzamos los altos, ir sorteando entre la nieve los regatos que descienden tumultuosos por los caminos encajados y los encharcamientos en la zona de praderas.
Pero el esfuerzo de la subida y la mojadura de pies, bien queda compensada cuando nos aproximamos al borde de la laguna de Truchillas, que hoy se ha vestido de blanco, al igual que sus alrededores, y donde el silencio es tan profundo que el rugido de nuestras tripas es devuelto desde los paredones del fondo en forma de eco.
Que arreglado está el camino. Ahí estuve yo hará más de 20 años. De aquella no lo conocía nadie y costaba más llegar con el coche a la zona que luego subir andando hasta el lago. Fue cuando se balizaron como ruta parte de los carriles romanos de la Cabrera, por la zona de Odollo. No se como estará aquello ahora, si habrá ido a más, o al revés, estará todo abandonado.
ResponderEliminarSaludos, Pepe
Arreglado y guapo. Es una ruta disfrutona.
EliminarPues no te puedo decir nada sobre los carriles romanos porque no los conozco.
Un saludo Caleyeru.