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| En el alto de la cascada del arroyo de Valdepila |
17/04/2021
Cinco son los valles principales que vertebran el norte de Laciana: el de la Almozarra, el de Sosas, el de San Miguel, el de Orallo y el de Vachera.
El de Vachera, el mas occidental, a diferencia de los de Sosas, San Miguel y Orallo, no se descuelga desde una cima de altura. El valle de Vachera nace a los pies de la collada de la Mucheda y de la pequeña laguna Viveiro, cuyas aguas estacionales apenas servirán para saciar la sed del ganado a finales de primavera.
Pero como los otros valles de Villablino, el de Vachena es un valle de pronunciado origen glaciar y suficientemente largo como para sorprender en un principio y para dejarnos una sensación de hartura, cuando te ves obligado a saltar multitud de veces el río que lo riega y a caminar sus más de siete kilómetros por praderas empapadas por el agua.
Pero antes de recorrer el valle será preciso acercarse hasta Caboalles de Abajo y seguir en dirección al puerto de Leitariegos hasta una curva muy cerrada, donde la carretera cruza el río por el puente de las Cuendias y tomar un desvio a la derecha para meterse en el valle de Vachera.
En el punto donde la carretera se bifurca, buscamos un lugar donde aparcar ya que comenzamos a caminar por el ramal de la izquierda.
Desde ese punto la carretera (que al poco se vuelve pista) va ganando altura, entre aisladas cabañas y antiguas explotaciones mineras, hasta un pequeño valle que se adosa al de Vachera por la izquierda y a través del cual ganamos la arista que nos lleva hasta la cima del Pico de Tambarones.
Una cima sin relevancia que nos permite contemplar el valle de Vachera a vista de pájaro.
Sin acceso practicable, resulta normal que de la brañas que figuran en el mapa no encontremos ni rastro y solo existan asentamientos ganaderos y cabañas aisladas cuando estemos próximos al cruce donde dejamos nuestro coche.
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