Triatlón en Casares, con ascenso de la Meloita

 


31/05/2021

Me para uno de los agentes de la benemérita que esta en un control rutinario cerca de Pola de Gordón, y después de echar un vistazo a través del cristal me dice:

-Qué, de traslado?

Y ya sabes, a veces es mejor cenar dos veces, que tener que dar explicaciones 😂😂😂😂

La primavera que parece entrar a trompicones, con unos días de pleno verano intercalados entre otros de lluvias torrenciales, me sonríe con un día radiante cuando entro en el valle de Casares.

El agua del embalse parece un espejo, donde las Tres Marías se miran para engalanar sus aristas, lo que hace que cambie el orden de actividad y me dirija directamente hacia la cinta de cemento que hay al este y sirve de embarcadero.

Hacía tiempo desde la última vez que monte en un kayak, pero al igual que en la bici, hay cosas que no se olvidan y que al instante, en la segunda palada, notas como tienes el control (el control y la técnica que siempre has tenido). 

Mientras el kayak se desliza suavemente cortando la plomiza lámina de agua, voy viendo el paisaje del impresionante valle en el que me encuentro. Las Tres María cubiertas con un penacho de niebla atraen poderosamente mi atención, mientras que la Barragana con su altiva arista parece desafiar a la de la más cercana Muezca, que parece adornarse la suya como los pelos de un punki.

Y a lo lejos, cerrando el valle, la Meloita, la montaña que he venido a subir. 

Vuelvo, abriendo una nueva senda de agua, con una nueva visión de las montañas que ahora aparecen a contraluz. 

Junto al coche transito a la bici que me permite efectuar de manera más rápida y dinámica el tramo que me separa desde el embarcadero hasta la base de la Meloita.

Un trayecto por la ribera sur del embalse hasta Cubillas de Arbas, donde comienza el ascenso hacia el túnel del Alceo (donde salimos del valle), pero sin llegar a él, ya que en base de la Meloita encuentro una valla donde poder dejar anclada la bici.

El valle ha tomando amplitud con el ascenso y más lo hace cuando supero la fuerte pendiente que me lleva hasta la canal por la que me cuelo para plantarme en un pequeño collado desde donde tengo unas vistas impresionantes de la pared sur de la Peña del Prado.

Otra pequeña canal me saca a la arista que en pocos minutos me deposita en la cima.

El cielo despejado de primera hora ha ido llenándose de algodonosas nubes que presagian tormenta, por lo que no demoro la estancia en la cima.

Descenso por las mismas canales por las que subí y ente prados, sorteando las escobas, hasta el punto donde dejé la bici.

Lo que resta es bajada, apurando las frenadas en un intento de alargar el tiempo de disfrute.




Embarcadero del embalse de Casares, con sus aguas semejando un espejo.
Las Tres Marías engalanadas con penachos de nubes.
Ya en el agua.
La Muezca, la montaña que es una continua cresta en la que se distinguen tres cimas: la Muezca, el Zorao y el Castillo.
La Meloita cerrando el valle.



Transito a la bici.
Embalse de Casares.
La presa.
Presa del embalse de Casares.
La Muezca.

Detalle del Palero, la María más pequeña pero más agresiva,
Las Tres Marías.
La Meloita.

La Barragana.



Cubillas de Arbas.
Valle de Casares.
La Meloita.

La canal por la que asciendo.
Cerro Pedroso desde la canal.
Cerro Pedroso.
Y desde el pequeño collado la pared sur de Peña del Prado.


Valle de Casares.
Embalse de los Barrios de Luna.


El grupo de cimas del Cirbanal.
Panorámica de la Peña del Prado
Cima de la Meloita.


De nuevo en la bici.

Casares y una nueva imagen (la más punki) de Peña Muezca. 

Qué???? de traslado????


2 comentarios:

  1. Asi, que cenar dos veces, ¿eh?, ja, ja ,ja.
    Le das a todo, Pepe. Un fenómeno

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    1. De qué te extrañas, después de una actividad como esta se tiene mucha hambre y no es descabellado cenar dos veces (o tres si lo marca el guion jajajaja)
      Un saludo Caleyeru

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