Desde la cima del Bodón |
25/05/2021
El Bodón, la mítica cima de los Arguellos cierra por el norte las Hoces de Valdeteja -el grupo de calizas que el río Curueño corto en su descenso- hoy cierra el pequeño periplo por las cimas del Curueño que empecé al inicio de la primavera en un intento de recordar los viejos rincones de este pequeño y alucinante mini-macizo de montañas que esconde entre sus cimas estupendos valles.
Ya sabes, la memoria es muy inteligente y solo guarda aquellos recuerdos que fueron buenos. Por ello recalo en ellos (a través de repeticiones de excursiones pasadas) y le brindo otros para que añada a esa lista que aparece cada vez más falta de espacio.
El valle de Valdeteja aparece pletórico de flores entre el verde de sus praderías cuando aparcamos en Valverde.
Como siempre, a primera hora los vecinos aún aprovechan para descabezar el último sueño (el que tal vez recordemos durante ese día), salvo los que tienen alguna tarea pendiente que madrugaron más que nosotros y por eso, las calles aparecen tan desiertas.
Ascendemos hacia los prados que se extienden por la ladera sur del Bodón, hacia el collado que forma con la Peña del Pueblo. No entramos en este, antes abordamos la canal que se desploma directamente desde la cima. Una subida tensa, sin descansos, que nos lleva, con bastantes resoplidos, hasta un pequeño collado antes de la cima.
Durante la subida, el valle de Valdeteja va tomando amplitud, mostrando aquellas cimas y valles por los que hemos transitado en las últimas semanas y mostrando otros nuevos que servirán para que otro día, más adelante, volvamos a caminar hacia ellos.
La cima del Bodón es como un faro, desde donde al hollar cada una de las cimas del Curueño, hemos puesto nuestra mirada y desde el cual hoy la volvemos a lanzar hacia los espacios infinitos.
Esta bien saber lo que uno quiere para ser feliz y lo que hacemos, vagabundear por las montañas, es lo que nos llama para disfrutar un día como este.
La cima del Bodón no es el final de la ruta. Un sendero, que buscamos en el collado sur, nos lleva hacia la Cuevona (un gran arco) y hacia la arista, por donde transitamos con facilidad en busca de la cima del vecino Cueto Cabanas.
Un binomio que te ofrece excelentes parajes cuando transitas la arista, pero que apenas da vistas cuando alcanzas la cima del Cabanas. Una cima doble, cuya principal aparece deslucida una vez que has estado en el Bodón.
El descenso podría ser hacia la colada de Valdeteja, pero será necesario ir a Valverde donde hemos dejado nuestro coche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario