Turbera de la laguna Changreira o de los Cobradores |
31/03/2021
Muniellos es, sin duda, uno de los rincones mágicos de Asturias, un tesoro que se esconde entre montes y montañas del suroeste de Asturias.
Incluido dentro del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, Muniellos es la estrella del parque, pero con rivales próximos como el hayedo de Monasterio de Hermo (el mayor bosque de hayas de Asturias con más de 1500 hectáreas) o la Reserva Natural del Cueto de Arbas donde se encuentran pruebas de la glaciación que modelaron estos parajes en forma de lagunas y turberas.
En busca de esas lagunas y turberas, nos escapamos de nuestro secuestro, huyendo por apartados caminos que comunicaban las poblaciones de Muniellos y Degaña con Somiedo y Laciana.
Desde Caboalles de Arriba, por viejas carreteras mineras llegamos hasta la Cabaña de la Vaquera, puerta de entrada al valle de la Veiga del Palo, que vamos remontando hasta alcanzar una primera laguna: laguna de la Veiga del Palo, que hoy, más que una laguna es una extensa turbera a los pies del Alto de Bustapiedra.
Un repecho, entre abedules, nos lleva al collado Alto, puerta de entrada a la cabecera del Narcea desde León, por un paraje que muestra los efectos de aquel tiempo en el que el paisaje era torturado por los glaciares.
Una segunda laguna: laguna Chauchina repleta del material vegetal propio del que se forman las turbera y muy cercana a la tercera que visitaremos; laguna Changreira o de los Cobradores, donde solo una pequeña parte es ocupada por una lámina de agua y el resto por turbera.
Final de nuestra huida. Pero antes nos acercamos hasta el par de cabañas de la braña Chauchina que resulta ser un espléndido balcón a un nuevo valle asturiano.La vuelta, desandando el camino con ritmo pausado y disfrutando el sol de primavera.
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