25/03/2021
Montaña Central, Arguellos Leoneses, valle del Curueño, o lo que es lo mismo: proximidad a casa.
Lo que te permite hacer una cima por la mañana, volver a casa para arrimarte al plato y continuar por la tarde con tu vida de distanciamiento social y limitación de horarios.
Cruzo el Curueño para entrar en Montuerto y avanzo entre sus casas blasonadas y perfectamente conservadas hasta el final del pueblo de donde parte el camino que lleva hacia las cimas de Prado Llano.
Es pronto y según asciendo por el valle del falso circo de Prado Llano, la luz comienza a despertar los parajes que veló la noche: las cimas de Peña Cernadera, las de Peña de Tejo y al fondo la de Prado Llano.
Y a mi espalda, al otro lado del Curueño, las cimas gemelas de Peña Morquera y la Peña de San Froilán, donde se asienta la ermita del santo.
Alcanzado un pequeño refugio, junto a una cuadra ganadera, el camino desaparece y da paso a un pequeño sendero que recorre las praderías hacia la cima.
A medio camino lo abandono y busco una pequeña canaleta, entre las cimas de la Lica del Cielo y Peña Corbero para auparme en la arista, donde comienzo el juego del sube y baja, entre cimas y collados para recorrer las cimas de Prado Llano.
Peña Corbero, Prado Llano, Peña del Tejo, Collada de las Colinas y para finalizar en Peña Cernadera, que pienso es la que ofrece mejores vistas de los prados de Prado Llano, de su circo de montañas y de las afamadas cimas vecinas de Cueto Ancino y Peña Valdorria.Tiempo de relax en la cumbre de Cernadera (que para eso salimos al monte), hasta que decido descender de su cima para cruzar con paso cansino sus praderías y continuar hacia la cuadra ganadera, donde el paisaje que vi esta mañana se ha vuelto radiante y continuar sin tregua hacia Montuerto.
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