Ferratas Peñarruscos y La Hermida



22/05/2019
Cruzamos el puerto San Glorio para acercarnos (es un decir, porque está lejos de narices) hasta las ferratas de La Hermida.

En Potes una parada técnica para tomarnos un café y quitarnos la modorra de las curvas del puerto y llegados a La Hemida tenemos la suerte de toparnos con un destacamento de la Guardia Civil, que se encuentra de prácticas, y que entre sus miembros cuenta con la persona que ha abierto la Ferrata Peñarruscos y que nos indica como podemos acceder a ella.

Una ferrata corta y explosiva. Con una dificultad de K6, asusta nada más acceder a su base: extraplomos y peldaños alejados. En en plano positivo hay que apuntar que a primera hora de la mañana la vía se encuentra a la sombra, que es corta (160 metros de longitud) y que ofrece unas vistas estupendas de La Hermida encajado en un pasillo de roca y vegetación.

Empiezas con fuerza, lanzándote como una ardilla de peldaño en peldaño, hasta que te das cuenta que a ese ritmo no llegas al final y es cuando te das cuenta que la vía esta pensada para hacerla aprovechado los resaltes que tiene la roca. Aún así, el sudor se desprendía de nuestras cabezas como el gotear de una estalactita.

Nos reagrupamos en el último tramo para salir juntos y mientras Toño se cuelga para hacerme una foto me dice:

-Así se esta perfectamente relajado.
-Hombre, yo relajado estoy en el sofá de mi casa!!!!!

El descenso por un sendero que baja por la canal de Osina y se encuentra verde a rabiar.

Algunas fotos.




















Ferrata La Hermida

Una vez relajados en una terracita de La Hemida, ante una cervecita sin alcohol, volvemos al ruedo con la ferrata de La Hermida.

Mucho más larga, más sencilla y con el aliciente de dos puentes: uno de cable y otro de tablas de 90 metros de longitud.

La ferrata apenas deja entrever el terreno por el que nos movemos al encontrarse incrustada dentro de un bosque. La altura se nota ya que en las pequeñas ventanas que te permiten ver al exterior, te das cuenta el desnivel que estás salvando.

Optamos por la salida hacia los puentes que tanto gusta a la gente y que demuestra lo inconscientes que somos: una caída en ese punto, descosiéndose la cinta del disipador, ya me contarás como eres capaz de volver a izarte sin utilización de cordinos auxiliares y con una precipicio de impresión???

Pasado el puente de madera la ferrata prosigue por una vira ascendente que se me antoja como el tramo más vistoso y espectacular de todo el recorrido.

Damos paso al bosque por donde bajamos, con alguna pérdida que nos obliga a improvisar nuestro propio descenso.

-Otra cervecita?????
-Por supuesto!!!!!!































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