Torre de la Palanca

Un día empuja a otro sin piedad para ocupar su lugar

y cuando quieres darte cuenta las semanas han pasado y los meses.

Serán preciso meses, o años?

9/07/2005 (Recuperada del baúl de los recuerdos)
Muchos meses y años han pasado desde aquella mañana que esperaba en el Puerto de Pandetrave la llegada de Pepe Jaén. Unos tímidos rayos de sol envolvían las cimas con unos tonos cálidos, alargando sus contornos y creando un ambiente a mi alrededor que provocaba que me sintiera más solo que Kunfú.

-A ver si no viene este tío!!!!

Cinco minutos después de la hora acordada, oía el bramido del motor del coche de Pepe.

La semana anterior nos conocimos de camino al Tesorero y visto que existió filing y que Pepe continuaba unos días más por Cardaño de Arriba, decidimos repetir con otra salida.

Con idea de ascender hasta la Torre de la Palanca, quedamos en el Pto. de Pandetrave desde donde comenzamos recorriendo la tediosa pista que une el puerto con el Cabén de Remoña, para desde allí, entrar en la Vega de Liordes por la Canal de Pedabejo. 

Bordeando Liordes, damos un respiro a las piernas, antes de acometer el Sedo de la Padiorna y meternos de lleno en las Colladinas.

La mañana avanza con rapidez y el sol comienza a torturarnos con sus potentes rayos, cuando alcanzamos a ver el refugio de Collado Jermoso, al que no llegamos, ya que afrontamos la subida sin previa parada.

El Friero, que nos ha ido mostrado su larga arista que precipita sobre la Vega de Asotín, ahora, desde la misma cima, reclama su atención para enseñarnos sus dos poderosas canales, al igual que lo hacen el Torrecerredo y Cabrones con sus puntiagudas cimas, o el grupo del Llambrión que se apelotona con otras cimas para formar una gran muralla pétrea.

Y un Urriello que parece querer esconderse, pero que no lo consigue.

El tiempo pasa, con sus ritmos anormales, hasta que nos damos cuenta que es preciso moverse.

-Bajamos?
-Vamos!!!